María FF
Mi patrimonio. Nuestro patrimonio
Justo antes de llegar a un pequeño pueblo del sur de León, se encuentra la pequeña orilla del río Órbigo. Viendo esta orilla, mi mente se llena de recuerdos, los rayos del sol en la cara, el olor a hierba mojada, el sonido del agua del río, siempre en movimiento, y los pájaros cantando a nuestro alrededor.
Me acompaña mi compañero, mi abuelo. Con él he pasado las mejores tardes de verano y he aprendiendo a nadar, hemos recorrido todos los caminos y carreteras de los alrededores, comido moras y cazado saltamontes. Mucho antes de que yo naciera, él se iba a bañar después de un duro día de trabajo en el campo. Por ello, no puedo decir que sea mi patrimonio, más bien, que él compartió el suyo conmigo.
Cuando vuelvo a esta orilla y me siento a mirar como el agua sigue su rumbo, sin que nadie la pueda detener, me invade una sensación de paz, de tranquilidad y de cariño, como si en ese lugar nada malo pudiera pasar.