Ruth

Considero este cuadro mi patrimonio, ya que habla de mi pasado y es algo muy importante para mí. Cuando era pequeña quería tener un perro, pero mis padres siempre me decían que no, mi abuela es pintora, así que un día me regalo este cuadro pintado por ella, es un dibujo de un perrito como el que yo quería tener y al lado un folio donde ponía Ruth, esto me hizo mucha ilusión porque fue un cuadro personalizado para mi y yo siempre tenía ahí a ese perrito. Desde que era pequeña ese cuadro esta enfrente de mi cama y tengo recuerdos de cuando era pequeña al lado de ese cuadro, que me regalo mi abuela.

Rosa

Este reloj me lo regalo mi madre hace dos años para que lo mirara en los exámenes y me pusiera menos nerviosa a la hora de hacerlos y poder controlar mejor el tiempo. Además es el primer reloj que tuve y la esfera es de mi color favorito y lo tengo mucho cariño. Me recuerda a ella ahora que no vivo en casa y me gusta llevarlo siempre conmigo.

Susana

Mi objeto personal que considero patrimonio personal es un pen drive que me regaló mi madre hace varios años que representa unos dibujos que veía todas las tardes cuando me quedaba en casa de mis abuelos. Para mi, significa mucho porque me trae muy buenos recuerdos de mi infancia y sobre todo, de los grandes momentos que pasaba con mis abuelos.

Cloe

Os podría presentar a una simple muñeca, pero esta muñeca significa para mí mucho, pertenece a mi patrimonio. Me recuerda a unos de mis primeros viajes que hice, esto me recuerda el vínculo que tengo con mi madre. A las dos nos encanta viajar, aprovechamos estos grandes momentos para recordar y revivir, y para buscar nuevas experiencias y sitios que descubrir.

Boo es la representación de los viajes y de mi infancia. Los viajes era especiales para nosotras, primero porque al principio era para que me conocieses familia y amigos/as de ella, y luego ya por la cultura y el idioma que aprendíamos.

Recuerdo buenos momentos de mi infancia, los paseos que dábamos ella y yo, los juegos que hacíamos al despertarnos los fines de semana con su cabecero, las comidas que hacíamos, los sitios que visitábamos, los valores que me ha enseñado y los aprendizajes adquiridos.

No me puedo quejar, me encanta mi vida, no habría tenido esto si no hubiese sido por el gran corazón que tiene ella, sin ella no estaría aquí, sin ella no habría tenido esta educación, sin ella no habría tenido esta vida. Le debo mis respeto y mi corazón porque es ella, porque es mi madre.

Isaac

Esta pulsera es muy importante para mi por que me la regaló mi mejor amiga en un momento delicado y especial para mi, por lo que la tengo muchísimo aprecio y cariño y forma parte mía.

Andrés

Mi patrimonio es el piano de mi mamá pues es aquel instrumento que me conecta con las mujeres más importantes de mi vida. El piano fue regalado a mi mamá hace unos 60 años por el padre de mi abuela. Aunque ella era ya violinista, aprendió a sus 15 años a tocar Para Elisa y otras composiciones de los grandes clásicos.

Luego mis hermanas aprendieron a tocar ese piano y lo utilizaron hasta que se casaron y se fueron del país. Yo inicié un poco después que ellas en el mismo taller musical y estudié hasta los 12 años cuando lo abandoné. . . por un tiempo.

Entonces sentí el llamado de Beethoven, tenía ya 28 años, estaba soltero y sin compromiso, pero me propuse que quería tocar el Claro de Luna el día de mi boda. Entonces, después de 2 años de práctica apareció mi esposa en mi vida y todo tomó sentido otra vez. El piano, que había sido usado por mi madre y mis hermanas ahora servía como instrumento para transmitir por primera vez toda la fuerza de la pasión de la composición más romántica jamás escrita a mi esposa.

El piano ahora reposa en mi apartamento y me conecta, a través de la música de Beethoven, con las muejeres más importantes de mi vida. Llevo 20 años tocándolo desde que lo retomé.

Victoria

Cada día me asomo a mi terraza, contemplo mi helecho platicero o cuerno de venado colgado en un hermoso árbol de mi jardín y me transporto a los maravillosos momentos y enseñanzas compartidas con mi padre. Fue él quien me enseñó a superar las adversidades de la vida tal y como lo logró hacer el platicero que ante un clima inclemente se adaptó, creció y se volvió frondosoÉl, siempre lo cuidó, le dio todo su amor mientras yo crecía y hacia mi vida. Ya mi padre no está. Ahora es mi turno de cuidarlo y transmitir su legado.

David

Durante varios años mi formación universitaria se ubicó en una ciudad Patrimonio de la Humanidad con gran cantidad de monumentos bien conocidos. Para finalizar mis estudios tenía que abordar un Proyecto Final de Carrera y decidí realizarlo en el ámbito de la restauración.

Analicé los monumentos que los profesores me aconsejaban, pero había algo que me llamaba a iniciar una búsqueda personal en monumentos de mi pueblo natal. Con apenas unas fotos y unas breves descripciones en algunos libros de historia local aquella vieja venta perdida en mitad de la nada, y a la que nadie prestaba atención, despertó en mi un gran interés. Pronto me vi inmerso en su documentación y la mirada a mi entorno cambió por completo.

Las pequeñas casillas, la llanura del paisaje, las norias, bombos, corrales de ganado…; toda aquella sabiduría constructiva en armonía con el paisaje me vinculaba de nuevo con mi tierra. Esta venta manchega, de cuyo nombre por el momento no quiero acordarme, despertó en mi un vinculo patrimonial personal con mi entorno, con mi gente, con un monumento olvidado donde los atardeceres siguen siendo tan mágicos como en el siglo XVI.

Paula

Estos balones de fútbol son algunos de los muchos que poseo desde mi infancia. Cada uno de ellos son importantes para mí porque siempre iba con un balón por la calle debido a mi afición por el fútbol, incluso en estos momentos guardo siempre un balón en el maletero de mi coche para jugar en determinadas ocasiones.

Recuerdo muchos partidos de fútbol, tanto con mis amigos como con mis equipos de fútbol, y me acuerdo de una situación con especial cariño en la que mi tío abuelo me vino a buscar al colegio y no le había dejado ningún balón en mi casa pero aun así tuvo la idea de traerme una pelota de tenis para que pudiéramos jugar.

Además, cada vez que iba al pueblo, jugaba con mi abuela y bisabuela a fútbol; esas historias las guardo con especial recuerdo. Los guardo por todos los recuerdos anteriores y me gustaría que en un futuro siguiera conservándolos como he hecho durante toda mi vida.

En el supuesto caso de no poder hacerme cargo de ellos, dejaría que mi madre o mi hermana me los guardaran de la misma manera que los he guardado yo.

Ana

Este collar es un objeto muy preciado y significativo para mi, ya que pertenecía a mi abuela, y cuando ella murió me lo regaló mi tío Felipe, quien falleció un poco más tarde de regalármelo. Me acuerdo perfectamente de que mi tío me dijo: “este collar creo que te lo debo dar a ti , ya que a la abuela la encararía que lo tuvieras tú ” esto significó mucho para mi, ya que somos 9 nietos y me lo regalo a mi. Es una pequeña representación que llevo siempre conmigo de ellos y es como un amuleto de la suerte, siempre que lo llevo conmigo me da mucha tranquilidad y mucha paz.

Laura

“Siempre a la verita tuya”: Puede que os recuerde a una canción que cantaba Lola Flores, a mí me recuerda a una canción que me cantaba mi abuela cuando era pequeña mientras yo le ayudaba a hacer la comida.

Ella, con su delantal y su vestido de flores pequeñitas que suelen llevar las abuelas para estar por casa, me cogía de la mano y con todo su ímpetu me cantaba aquella canción mientras me miraba a los ojos.

Se fue demasiado pronto y yo, diez años después, decidí tatuarme aquella frase para llevar a mi abuela siempre conmigo. Fue mi primer tatuaje y me lo hice en las costillas para que nadie pudiera verlo, para que fuera algo entre ella y yo, como en los viejos tiempos.

Marta

Este es un cuento titulado “¡Devolvedme mis piojos!” que me regaló cuando tenía 6 años por mi cumpleaños una amiga del trabajo de mi madre que, a día de hoy, ya no trabaja allí, lo que hace acordarme de ella, y es por ello que lo guarde con tanto cariño y cuidado en mi estantería personal.

Este libro es de gran valor personal para mí porque recuerdo habérmelo leído bastantes veces con muchísimo gusto, dado que me divertía muchísimo observando cada imagen del cuento, buscando cada detalle de los piojos ya que éstos corrían, charlaban entre ellos, hacían deportes, etc. , y, sobre todo, hablaban con el protagonista Matías con el que tenían una fuerte amistad.

Si llegara a perder este cuento, creo que mi reacción podría llevarme a la mayor de las tristezas e incluso intentaría encontrarlo por internet o en tiendas para poder tenerlo y así poder seguir disfrutándolo y, en un futuro, mis hijos/as, para que se divirtieran tanto como lo hice yo. No habría más placer que ese para mí.

Paula

En esta imagen yo tenía 6 años, en ese momento yo, junto con mi grupo de baile, actuábamos cada semana en un parque acuático de mi ciudad bailando flamenco. Justo este día estaba un poco triste porque mi madre no había podido llevarme y había ido con la madre de mi compañera. Paseando por el parque vi expuesta esta foto que me habían hecho y me encantó, pero como no llevaba nada de dinero y mi madre no estaba conmigo no pude comprarla.

Para mi sorpresa, al llegar mi cumpleaños, la madre de mi amiga me regaló aquella foto que me gusto hacia ya dos meses y desde ese día hasta hoy es mi foto favorita, por el detalle y porque ese día triste para mí, se convirtió en un recuerdo muy feliz. Perder esta foto para mí sería muy triste ya que no tengo muchas fotos de cuando era pequeña porque eran otros tiempos y mis padres no tenían tampoco muchos medios por lo que me encantaría conservarla y poder enseñarla durante muchos años.

Paula

Unos de los objetos más preciado y que ha marcado mi infancia es esta diadema de pelo. Considero que es mi patrimonio más preciado puesto que no es una diadema como otra cualquiera ya que tiene un gran valor sentimental. Esta diadema me la regalo mi tía, que, para mí, es mi segunda madre. No recuerdo el día, pero si que la he llevado siendo niña días muy importantes para mí, como por ejemplo mis cumpleaños. En el futuro me gustaría poder guardarla para que la llevasen mis hijos.

Inés

Este es mi patrimonio: la pulsera del primer festival al que fui. Ésta que todavía llevo conmigo es la de la segunda edición a la que he asistido, puesto que la primera pulsera está guardada. Esta pulsera me trae muchos recuerdos puesto que es el primer festival al que fui y, además, fui con mis dos hermanas mayores. Este festival se llama “Clownia”, es un festival pequeño, al que acuden solamente 5000 personas. En él se tratan valores, se educa y se transmiten conocimientos muy diferentes a los demás festivales.

La primera vez que fui, fui con la idea de escuchar y conocer más ampliamente la música y la cultura catalana pero me equivocaba, puesto que me hizo replantearme aspectos tanto a nivel social como a nivel personal, esto último sobre todo. Siempre digo que la primera vez que fui a este festival, entré siendo una persona y salí siendo otra.

Conservo esta pulsera porque este festival me trae muy buenos recuerdos: ver en concierto a mi grupo favorito, los cuales hicieron un concierto mágico y especial ya que era el último que harían; compartir todos los momentos de este festival con mis dos hermanas, conocer al cantante del grupo que organiza este festival… y también me ha hecho replantearme otras cosas: saber apreciar el arte en vivo y cuánto cuesta crear una obra, saber respetar y conocer los problemas que sufrimos, en general, todos, a través de las charlas que ofrecen, apreciar la compañía de mis hermanas ya que por desgracia vivimos cada una en un sitio y no nos podemos ver muy a menudo…

En general, este festival, el cual se ha convertido en un festival familiar (ya no solo para mi, sino para todas las personas que a él asisten) ofrece música y conciencia, dos aspectos claves en mi vida. Para finalizar, espero que, con el paso de los años, esta pulsera sea solo la segunda de una larga colección de ellas. Siempre recordaré con ilusión la primera vez que fui, pero espero que vengan muchas veces más detrás de ella.

Laura

He elegido este peluche como patrimonio personal, aunque para los demás sea eso, un simple peluche, para mí no lo es, en él guardo numerosos recuerdos. Epi me lo regalaron el día de mi segundo cumpleaños y ha sido el regalo que más recuerdo con ilusión.

Epi y yo éramos inseparables, dormía y se bañaba conmigo, jugábamos juntos en el parque, le contaba cuentos y todos mis secretos,… vamos éramos los mejores amigos. Antes los cumpleaños los celebraba con toda mi familia al completo (tíos, abuelos, primos, mis padres y mi hermano), pero ahora faltan dos personas muy importantes en mi vida y abrazar a Epi me ayuda a tenerlos más cerca y por un segundo las cosas son como antes, como ese día en el que apareció en mi vida este peluche y todos estábamos juntos.

Y por eso y por muchas más cosas este peluche es mi pequeño patrimonio. Epi algún día lo heredara alguien que sea muy especial para mi, pero de momento seguirá en la estantería de mi habitación, como parte de mi vida.

Laura

Para mí, este tiovivo tiene mucho valor, puesto que me lo regaló mi abuelo hace unos años. Cuando lo veo me transporta al momento en que me lo dio y su cara de alegría. Es un objeto que me gustaría conservarlo toda mi vida y llevármelo halla donde vaya a vivir. En caso, de que lo perdiera me sentiría mal conmigo misma de no haberlo cuidado y conservarlo bien.

Lo guardo porque me lo compro mi abuelo cuando le dio un ictus porque pensaba que se iba a morir y quería tener un detalle conmigo para que así, me acordara de él. Además, lo compro en una tienda que nos gustaba mucho y que cuando veraneaba con ellos en Jaca siempre visitábamos juntos.

Lara

Este peluche es muy importante para mí ya que me lo regalaron mis tíos durante mi estancia en el hospital cuando tenía alrededor de 10 años. Estuve varios días ingresada por un operación y esto coincidió con las fiestas patronales de mi pueblo, por lo que cada visita que tenía me alegraba más de lo normal. Por ello, guardo este peluche con mucho cariño y espero tenerlo conmigo siempre.

Judith

Mi patrimonio personal es la primera camiseta de fútbol con la que jugué de manera oficial a los cinco años perteneciendo al club de mi barrio. Es importante para mí porque por aquel entonces no se veía tan bien que las chicas jugarán a fútbol y mucho menos que destacarán en este ámbito.

Fue una etapa dura porque mis compañeros de equipo que eran todos chicos, y no me pasaban el balón por el simple hecho de ser chica, se sentían avergonzados porque casi ningún equipo contaba con adquisiciones femeninas, incluso los padres a veces increpaban a mi entrenador por darme minutos de juego pero yo estaba orgullosa y feliz de jugar al deporte que me apasionaba y de poder demostrar mi habilidad en él siendo chica.

Me ayudo mucho que mi familia siempre me apoyo y me empujo a hacer lo que yo quería. Con el paso de los años he hecho diversas actividades extraescolares pero cuando crecí un poco más (14 años) y se empezaron a crear equipos de fútbol femeninos retome mi gran afición y volví a los terrenos de juego, desde entonces no lo he vuelto a dejar y hoy en día sigo jugando a fútbol y estoy orgullosa de haber perseguido mi objetivo y haberlo conseguido luchando por una sociedad más justa e igualitaria.

Isabel

Estos son los caramelos que come mi abuelo casi todos los días. Cada vez que voy a verle me pregunta si quiero uno y siempre me acaba dando un puñado que suelo guardar en chaquetas, abrigos, bolsos… Encontrarme un caramelo de estos después de unos días, semanas en cualquiera de mis pendras, me recuerda a él, me transporta a cuando estamos juntos y a su frase “¡Eh! ¿Tú quieres uno?” que suena en mi cabeza con su voz. Guardo uno en concreto en mi cuarto, ahora mismo sería incomible pero es de su sabor favorito y no podría deshacerme de él.

Andrea

i bien más preciado, mi patrimonio es mi cámara. Desde pequeña me ha gustado mucho hacer fotos y unas navidades mis padres me regalaron esta cámara gracias a la cual he aprendido mucho, he conocido a muchísima gente y he conocido lugares maravillosos de Zaragoza. Esta cámara va muchas veces conmigo, cuando quiero dar un paseo va conmigo, cuando quiero relajarme va conmigo, por lo que para mí es muy importante. Aunque la pierda no dejaría de hacer cientos de fotos cada vez que salgo con ella, pero me gustaría que me acompañara en muchos más momentos de mi vida, porque para mí la cámara significa recuerdos y quiero recordar muchas de las cosas que haga a lo largo de mi vida.

Dulan

La colección de libros de Mia Maus de la editorial Susaeta fue el primer contacto que tuve con la lectura. El que más me gustaba era Mia Maus está enfermita. Recuerdo que cada noche mis padres me leían y escenificaban uno de los cuentos, e incluso dos de ellos. Pero antes de cada lectura preparaban todos los objetos que aparecían en el libro con juguetes que tenía.

En concreto con este libro, recuerdo que Mia se ponía malita de la garganta. Su mamá le ponía un pañuelito y le daba muchos cuidados y Mia reflejaba esos cuidados en su peluche favorito. Mientras mi madre me leía el cuento, me ponía un pañuelo en la garganta y yo le ponía otro a mi peluche favorito. De esta manera trascurría la lectura del cuento y me identificaba con Mia.

Considero que mi gusto por la lectura nació de éstas. Y a su vez, hicieron que la relación con mis padres se forjara poco a poco originándome el gran valor que tiene para mí, actualmente, la familia.

Elena

Esta pulsera, aunque parezca sencilla, en realidad no lo es. Es un detalle maravilloso que me hicieron hace relativamente poco, pero que en sí, encierra todo lo que una persona puede pensar en ti, incluso aunque no esté contigo en ese instante. Cuando la miro y veo la piedra, recuerdo todo aquello que me vincula a esa persona y todo lo que compartimos. Es un regalo sencillo lleno de emoción contenida en un par de cuerdas. Maravilloso.

Gemma

Ahora que ya por fin eres libre Ahora que puedes ser tu misma Butterfly fly away.

Alicia

Mi objeto de patrimonio es esta cruz de oro con el collar. Es importante para mi pero no por su significado religioso. Esta cruz se la regalaron a mi madre cuando yo nací y desde entonces ha sido un amuleto de la suerte para las dos. Cuando he tenido que enfrentarme a situaciones importantes como selectividad, carnet de conducir y otras, mi madre me la ha dado como símbolo de suerte para que me de tranquilidad.

No es un objeto que lleve siempre por miedo a perderlo y está guardado siempre que no lo llevamos en un cajón. Para mí es muy especial porque establece un vínculo especial con mi madre y me da protección cuando lo necesito, por ello siempre lo guardaré siempre. Si lo perdiera me disgustaría mucho porque no es un objeto que se pueda reemplazar por su valor sentimental. En el futuro quiero que este objeto siga siendo igual que ahora porque para nosotras siempre será “la cruz de la suerte”.

Israel

Esta imagen resume una gran parte mi vida y con quien la he pasado. Desde hace ya 8 años mi abuela tiene Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa que ha hecho que se le olvide todo lo que ha vivido durante más de 80 años, ya no queda nada, ni siquiera es capaz de recordar mi nombre o simplemente quien soy, solamente soy un extraño para ella.

Esta enfermedad también hace que estas personas olviden sus funciones más vitales, desde comer, andar… Creo que es de las cosas mas duras que he visto en 26 años que tengo. En la primera semana de enfermedad, ella me regalo un anillo, el cual llevo desde ese día y no me he quitado ni me quitare jamás porque para su recuerdo siempre estará en él.

Sara

En esta imagen he querido mostrar uno de los apoyos más especiales en mi vida, esta en todas las adversidades y alegrías, apoyándome día a día tal y como soy. Esta imagen esta tomada en mi coche, ya que es el sitio de reunión por excelencia y siempre me recuerda a él. además él nunca sonríe para las fotos, dice que no sale bien, por eso esta es desprevenida, y por eso me gusta tanto, ya que capta toda su alegría y es lo que me gustaría que siempre recordara a él.

Lorena

En mi patrimonio he decidido poner la medalla de la Virgen de la Paz de mi pueblo, La Seca, ya que, mis abuelos y yo estamos muy unidos y a la vez estamos unidos a la iglesia. Mi abuela y yo somos cofrades en mi pueblo y me regaló esta medalla de la virgen, se ha convertido en un amuleto para mí y la llevo colgada en el coche, además, siempre me recordará a mi abuela.

Ana

Si pudiera describir mi infancia en un objeto sin duda sería este libro. El cuento que cada noche me ayudaba a dormir, con el que mis padres me acerca bancada día al mundo de la lectura. El primer libro que leí sin saber las letras, que repetía de memoria y cada vez que lo abría me hacía sonreir. Hoy no es más que un libro infantil en una estantería adulta, pero para mí siempre será el libro de mi vida.

Andrea

He elegido estos fideos de pasta como mi patrimonio personal ya que, aunque parezca un simple plato típico de días de frío, para mi evoca muchos buenos recuerdos gracias a mi abuela. Mi abuela siempre me hacia un plato de sopa para comer cuando íbamos toda la familia los domingos a su casa. Siempre que preparaban algún plato de comida especial o fuera de lo común, se podía ver como en mi sitio de la mesa había un plato de sopa de fideos humeante. Aún en la actualidad, sigue preparándome esos platos de sopa que me continúan recordando esos momentos de mi infancia.