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Como patrimonio he elegido mi Armario de los Hobbies. A lo largo de mi vida, esta parte de mi habitación es la que salvaguarda y protege aquello que me ilusiona y me añade esa motivación extra en mi día a día. Ha estado lleno de juguetes, camisetas de futbol, piezas de LEGO, puzles, coches radio control y ahora piezas y cables de electrónicos.

Ese armario es patrimonio para mi, ya que va a dar igual lo que haya dentro, va a ser un espacio especial dentro de mi habitación y dentro de mi mundo. La ilusión es una constante cuando acudo ya que genera recuerdos y me motiva a seguir haciendo eso que me da un extra de energía.

También ha sido un punto de cambio. Vaciar y cambiar el armario es un momento de duelo. Hay veces que es una evolución o un cambio, pasando de un hobby a otro parecido, mientras que otras es difícil porque el cambio se produce porque era demasiado mayor para el contenido, o por un desencuentro con el hobby que hace que no quiera volver a ver aquello que contenía.

En la foto se aprecia el contenido y el lío de objetos, pero incluso estando vacío, ese lugar y ese armario seguiría teniendo valor patrimonial para mi.