Yolanda

Esta caja que veis en la fotografía podría haberse quedado en una simple caja de una colonia. Sin embargo, para mi es uno de los objetos más preciados que tengo. Pues contienen los recuerdos y sentimientos de aquellos que más quiero.

Hace cuatro años que comencé a llenar este maravilloso tesoro y ahora parece no caber ni un alfiler. Entre las cosas que aquí conservo, se encuentra por ejemplo la última felicitación de cumpleaños escrita por mi tía abuela y también mi ejemplo a seguir, ya que de ella parte mi profunda vocación por la enseñanza.

También hay numerosas cartas de amigos, de mis padres, mi pareja… Cartas también de despedida de mis niños de prácticas, recuerdo ese último día en el colegio y la vuelta en autobús leyendo las palabras de esas pequeñas personitas las cuales en poco tiempo habían dejado una profunda huella en mi vida.

También guardo con mucho cariño un colgante que una señora nos regaló a todos los monitores de mi primer campamento en Asprona, el colgante y las bonitas palabras que nos dedicó en aquel momento, no se borrarán de mi mente.

Y con ello muchísimos tesoros más que en tan solo cuatro años he ido guardando en esta caja que para mí nunca volverá a tener el mismo valor.