Raúl
Lo llevo conmigo desde una mañana de enero de 2016, ese día estaba caminando con mi perro en la mañana y lo encontré tirado en la calle. Días después empezaron a pasar cosas muy buenas en mi vida. Reconozco que no soy una persona muy religiosa; sin embargo, siento una conexión espiritual con él que no puedo explicar y por eso siempre lo llevo a todas partes en mi bolsillo.