Laura
He elegido este peluche como patrimonio personal, aunque para los demás sea eso, un simple peluche, para mí no lo es, en él guardo numerosos recuerdos. Epi me lo regalaron el día de mi segundo cumpleaños y ha sido el regalo que más recuerdo con ilusión.
Epi y yo éramos inseparables, dormía y se bañaba conmigo, jugábamos juntos en el parque, le contaba cuentos y todos mis secretos,… vamos éramos los mejores amigos. Antes los cumpleaños los celebraba con toda mi familia al completo (tíos, abuelos, primos, mis padres y mi hermano), pero ahora faltan dos personas muy importantes en mi vida y abrazar a Epi me ayuda a tenerlos más cerca y por un segundo las cosas son como antes, como ese día en el que apareció en mi vida este peluche y todos estábamos juntos.
Y por eso y por muchas más cosas este peluche es mi pequeño patrimonio. Epi algún día lo heredara alguien que sea muy especial para mi, pero de momento seguirá en la estantería de mi habitación, como parte de mi vida.