Judith
Mi patrimonio personal es la primera camiseta de fútbol con la que jugué de manera oficial a los cinco años perteneciendo al club de mi barrio. Es importante para mí porque por aquel entonces no se veía tan bien que las chicas jugarán a fútbol y mucho menos que destacarán en este ámbito.
Fue una etapa dura porque mis compañeros de equipo que eran todos chicos, y no me pasaban el balón por el simple hecho de ser chica, se sentían avergonzados porque casi ningún equipo contaba con adquisiciones femeninas, incluso los padres a veces increpaban a mi entrenador por darme minutos de juego pero yo estaba orgullosa y feliz de jugar al deporte que me apasionaba y de poder demostrar mi habilidad en él siendo chica.
Me ayudo mucho que mi familia siempre me apoyo y me empujo a hacer lo que yo quería. Con el paso de los años he hecho diversas actividades extraescolares pero cuando crecí un poco más (14 años) y se empezaron a crear equipos de fútbol femeninos retome mi gran afición y volví a los terrenos de juego, desde entonces no lo he vuelto a dejar y hoy en día sigo jugando a fútbol y estoy orgullosa de haber perseguido mi objetivo y haberlo conseguido luchando por una sociedad más justa e igualitaria.