Lucía

Mi mochila, mi patrimonio.

Me ha acompañado durante varios años, todas las mañanas a clase, cargando con todos los libros; me río yo de esa frase que dice: “El saber no ocupa lugar”, mentira, a parte de ocupar lugar, pesa y mucho. Tanto que la pobre mochila ya está rota y tiene mas de un cosido. Pero no importa, me va a durar hasta que termine bachillerato y si aguanta unos cuantos años más, mejor.

Daniel

Una promesa, un ideal. Retales de relatos.

Gemma G.

Este es mi anillo, mi sello. Me es muy difícil explicar por qué lo considero patrimonio, si no conocéis bien la relación con la persona que me lo regaló, mi abuela.
Mi abuela, es una de estas mujeres que, como se suele decir, es de » ar más tomar»; de las que son duras, y a las que pocas veces verás dar muestras excesivas de cariño, a no ser que «cales» en ellas. Pero, cuando estamos juntas, toda esa fachada de mujer dura, desaparece. Es mi apoyo, mi alegría, e incluso también, mi pena. Mi abuela a es… es todo lo contrario que yo, y a veces, me estresa y discutimos, pero solo ella sabe sacar lo mejor de mí.
Me ha enseñado muchas cosas: desde refranes populares y oraciones hasta que puedo superarme cada día.
Teniendo en cuenta todo esto, voy a contaros un pequeño cacho de nuestra historia, la historia del sello.
Un día cualquiera, haciendola una visita, tenía preparada encima de la mesa una cajita, me dijo que era para mí, que la abriese. Dentro estaba el anillo, su sello, el que había llevado toda la vida, el que tenía sus iniciales grabadas, pero que apenas se veían por el paso del tiempo. Me dijo que me lo regalaba y que lo llevásemos a la joyeria para grabarle las iniciales que yo quisiese. Fuimos a la joyeria y, juntas, decidimos poner J y G, las iniciales de ambas.
Desde entonces nunca me lo he quitado, forma parte mí, de nuestra historia y de ella.

María G.

Esta es una esclava muy importante para mí, la llevo puesta desde que me la regalo mi novio hace casi 7 años, exactamente el 27 de marzo del 2012. Puede que para cualquier otra persona parezca una simple pulsera, pero yo la otorgo un gran valor.
Me acuerdo perfectamente del día, era un día bonito y soleado, Pablo y yo habíamos quedado con sus amigos en el parque y al bajar me estaba esperando a la esquina de mi casa con la esclava y una rosa roja, fue una inmensa sorpresa.
He de decir que fue un regalo especial por el contenido, las ganas y el amor que había dentro del detalle, aún sin haber sido un regalo costoso puesto que siempre le damos la importancia al gasto que ha supuesto, para mi fue un momento maravilloso que da mil vueltas a cualquier otro.
Han pasado muchos años y nunca me he separado de la pulsera, siempre me ha dado fuerzas, ánimos y suerte en los momentos más duros y difíciles de mi vida, aparte de tener un objeto en mí que me acompaña siempre de una de las personas que más quiero.
Gracias a las personas que hacen la vida más bonita e inefable.

María SF

La razón por la que he elegido este objeto, un llavero, el cual llevo puesto en als llaves de mi casa, me identifica y recuerda a mi vida hace 15 años aproximadamente.

Cuando mi madre un día, con 3 años decidió apuntarme a ballet, y yo no quería ir, decía que era un auténtico royo, y al final resulto que el ballet es y será mi vida, hasta el final.

Me explico, tras un pasado complicado, donde ninguno de mis años escolares era bueno, ni a nivel personal ni a nivel académico, el ballet me hacía reflotar de entre los años y días de soledad en el colegio, también en cierto modo en casa.

A pesar de que el primer curso yo no quería acudir a las clases de ballet y pese a la insistencia de mi madre, a día de hoy tengo que agradecerle todo lo que el ballet me ha aportado y significa para mí.

He estado realizando clases de ballet durante 15 años, era lo único que me hacía feliz, lo único que me hacía volar, y ser yo mismo. Con lo único con lo que me identificaba.

Un día mi profesora, tras ver que no me quería ir a casa, que iba antes a los entrenamientos/clases solo por el hecho de sentir más horas el ballet a mi lado, y del igual modo, pasada las horas de clase, yo me quedaba. Mi profesora decidió proponerme acudir a una interpretación del mejor ballet a nivel mundial. Ballet ruso. La acompañe, fui con ella y es el espectáculo más bonito que he visto y creo que será insuperable. Lo sentí, sentí como estaba dentro de mí, como yo era el ballet. Me plante a mi profesora y le dije, quiero ser bailarina, quiero volar, quiero sentir lo que he sentido esta noche todos los días el resto de mi vida.

Y mi profesora, me regalo este llavero esa misma noche, diciéndome que ella me prepararía para presentarme a las pruebas que se convocaban justo dentro de un año para entrar en la escuela de ballet profesional. Asique tenía un año para convertirme en la mejor bailarina de ballet clásico.

Pasado un curso duro de entrenamientos, y tampoco fue fácil a nivel personal, ya que las horas en el colegio era como estar metida en una cárcel. Lo conseguí, llegue a la última semana de preparación antes de la prueba.

Recuerdo como viví esa semana, intensa, concentrada, sin hacer otra cosa que no fuese pesar en lo que el futuro me deparaba, pero una tarde, decidí salir a correr un poco ya que me ayudaba a relajarme y a tonificar mi musculatura para estar preparada para la prueba. Y ahí se terminó todo. Me lesioné, me hice un esguince de grado 3 en la rodilla y desapareció mi sueño, con él.

Ha día de hoy, me estoy formando como atleta y corro y entreno todos los días. El correr me lo quito todo, y ahora me lo da todo.

Pero el ballet, siempre será parte de mí, y siempre estará conmigo.

Elsa C.

La razón por la que he escogido como patrimonio un billete de renfe es porque al comienzo de estas últimas navidades fue la primera vez que viajé a Madrid. Siempre había querido ir y ver el mercado del centro de Madrid en la época.

El caso es que estando ya en Madrid y con mi pareja, decidimos ir desde el barrio de San Sebastian de los Reyes hasta el centro usando Renfe. Al ser la primera vez para mí, al principio me resultó estresante, ya que la gente caminaba con prisas a nuestro alrededor. Recuerdo que íbamos de la mano y que gracias a eso no llegué a sentirme perdida. Cuando entramos en el tren , debo admitir que me sentí aliviada ya que íbamos a estar unos instantes sentados y en calma.

A medida que el tren se desplazaba, mi pareja me fue comentando y mostrando los distintos sitios y en uno de los casos, recuerdo que me comentó que cerca de la última parada existía el lugar en el que guardaba el ejército el armamento de tierra.

Cuando llegamos a lo que es el centro de Madrid me abrumé por la cantidad de personas que había pero al mismo tiempo me sentía como una niña pequeña porque estaba super feliz al lado de mi pareja caminando entre las calles que en su día soñaba lograr caminar. Recuerdo que me llevó a comer algo que a él le encantaba que eran los bocadillos de calamaras, y me comentó el significado que tenía para él. Fue tierno ya que cuando era pequeño y llegaban las navidades, sus padres solían comprarle un bocadillo de calamares.

Al final de la tarde, estuvimos visitando el mercado navideño de Madrid. Fue algo mágico para mí, porque veías a las familias, escuchabas a gente que cantaba con la zambomba. Luego observabas cómo había en cada puesto toda clase de adornos navideños. Me sentí muy feliz y emocionada porque para mí la Navidad significa familia, felicidad, amor y cariño; y todo lo que observaba y olía me transmitía eso.

Finalmente cogimos los últimos billetes, uno de ellos el que muestro en la imagen. Debo decir que me llevé un susto muy grande porque al bajar del tren tienes que pasar por segunda vez el billete y, en la segunda vez no me detectaba le billete y mi pareja me estaba ya esperando en al otro lado, y al no poder pasar me sentí muy perdida y asustada. Por fortuna justo la máquina detectó a una mujer que se encontraba detrás de mí y pude colarme.

Desde entonces me acuerdo de este gran día.

María PC

El patrimonio que reflejo en esta imagen es debido a que este verano ha estado una amiga de Segovia en Galicia, yo como soy de Galicia me paso las vacaciones de verano allí, este verano tuve la suerte que mi amiga ha decidido venir a pasar unos días junto con su madre.

Mi madre y la madre de mi amiga no se conocían, solo a través de hablar por teléfono o por la aplicación de washap,cuando coincidíamos o estábamos juntas mi amiga y yo o en varías de las visitas que me había echo mi amiga a Galicia, nuestras madres siempre mostraron ganas de conocerse pero no habían podido hasta este verano pasado, el verano del 2017.

Cuando se conocieron se hicieron grandes amigas , de tal forma que a día de hoy siguen teniendo contacto y en todo momento hablan.

Cómo recuerdo de su visita a Galicia ellas nos han regalado a mi hermana y a mi una pulsera marinera con diferentes motivos a cada una la cual le guardamos un gran aprecio ya que refleja la importancia que tienen ellas no solo en nuestra vida como sino en la primera vez que se conocieron nuestras madres, y en los días de verano tan buenos que hemos pasado». (María PC)

Dulari

Este anillo tiene gran significatividad para mí.

Me lo regaló mi abuela. Una magnífica persona que quiero muchísimo.

Un día decidí llevar anillos y llevar en cada dedo a una persona importante y especial para mí.

El anillo tiene un valor importante porque me recuerda a una persona que ha estado toda mi vida conmigo. He compartido con ella muchísimos momentos y cuando miro el anillo me acuerdo de ella y me siento cerca de ella aunque no esté físicamente conmigo.

Siempre la llevo conmigo. Me hace acordarme de ella y de los momentos felices que hemos pasado juntas. Me hace ilusionarme, emocionarme, seguir adelante, pensar en su vida y en todo lo que sé de ella. Me hace confiar, creer, intentar cada día ser mejor persona, ayudar, sensibilizarme, comprender y entender a los demás.

Es una persona que nunca me va a dejar y que voy a tener siempre conmigo.

Me da consejos cuando tengo problemas, tiene siempre tiempo para mí y algo que decirme.

Está contenta y feliz cuando la llamo pues me acuerdo de ella y lo percibe.

Sabe hacerme ver lo bueno y lo malo en casi todas las cosas, en las personas…

Es la persona que dio luz a mi padre.

Nos ha cuidado siempre a todos.

Nos ha protegido, ha buscado nuestro bienestar, se ha preocupado de nuestra salud, de nuestros estudios, de nuestros gustos, intereses pero también de educarnos y de decirnos los errores y las cosas cuando no hemos obrado correctamente.

Me ha enseñado, me conoce y me ha conocido. Ha visto lo bueno que tengo y también lo malo. Conoce lo que me preocupa, lo que no, lo que me interesa, lo que me gusta, lo que me disgusta, lo que quiero enseñarte mi día a día, mis logros mis errores y también sabe antes de hacer yo mal las cosas que no las estoy haciendo bien. Por supuesto.

Me quiere, me lo dice, me lo demuestra, nunca me deja son.

Siempre permanecerá conmigo.

Yaiza

Hace unos meses conocí a una de las personas que más admiro, una artista la cual conocí cuando bailaba y que, a día de hoy, está cumpliendo su sueño de ser, además, cantante. Ella me descubrió la frase que a día de hoy llevo tatuada y la cual puede significar muchas cosas, pero, sobre todo, me recuerda aquello que quiero conseguir en mí, como son la perseverancia y el esfuerzo constante.

Hace poco ella dio un concierto al que acudí. Al terminar, tuve un breve momento para hablar con ella y decirle lo que me inspiraba cada día y le pedí si me podía escribir en la entrada de su concierto su famosa frase de creer es crear. Ella, encantada, me la escribió y le dije que la próxima vez que nos viéramos le enseñaría lo bien que me quedaría tatuada. En ese momento ella se quedó en shock – supongo que por la gran repercusión que su influencia estaba teniendo en las personas – y muy emocionada me abrazó. Antes de ese momento aún cabeceaba sobre si tatuármela o no, pero después de ver que aquellos que la seguimos y admiramos también significamos mucho para ella, me reafirmó la idea y decidida me hice el tatuaje.

Cada día me miro el tatuaje y si, alguna vez dudo de mis posibilidades como persona, como futura maestra y como bailarina, vuelvo a leerla y me decido a seguir luchando.

Es algo muy difícil de conseguir: quitarte la idea de que muy pocas puedes hacer desde una posición como esta, pero estoy segura de que si luchas sin parar por aquello que quieres, al final lo acabas consiguiendo. Esa es una razón por la que me lo hice: un recordatorio de que yo también soy válida y que, al igual que otras personas, puedo alcanzar mis sueños.

María B.

Esta foto, es de una foto de mis vistas favoritas de mi ciudad, se puede observar las características más importantes de ella, tanto el puerto, el castillo y demás edificios que se observan al fondo que están considerados patrimonio cultural de la ciudad de Alicante. El verdadero patrimonio personal que tiene esta foto, a parte de ser una de mis vistas favoritas de mi ciudad, es el siguiente: la foto está tomada desde la empresa de mi padre, tengo muchos recuerdos en ella de cuando era pequeña, mi hermano y yo jugábamos juntos mientras mi padre tenía que trabajar. También hay una heladería al lado donde aún se acuerdan de mi helado favorito sin necesidad de pedirlo de todas las veces que íbamos a almorzar. Además , a medida que mi hermano y yo hemos ido creciendo, también hemos trabajado algunos veranos allí. Esta empresa tiene muchos recuerdos para la familia ya que nos ha dado la vida que tenemos y han sido mi padre y mi madre quien la han levantado de cero, por ello tiene tanto valor esta foto, por lo que se ve en ella (mi cuidad) y por lo que no se ve, pero siento al verla (recuerdos en la empresa de mi padre).

Ángela R.

Este es mi patrimonio. A simple vista es un muñeco de Elmo, personaje de Barrio Sésamo, pero para mi tiene un valor emocional bastante importante. Este muñeco me lo regalaron mis padres cuando cumplí mi primer año y lo tengo desde entonces, exactamente desde hace 19 años, y, aunque no tenga el recuerdo de cómo fue el momento, siempre ha sido algo de mucha importancia para mi tanto por lo que me transmite por quien me lo regaló. Es un elemento de seguridad con el que desde pequeña si tenía pesadillas o un mal día me abrazaba a él y conseguía calmarme y o volver a dormir o seguir haciendo lo que fuera que estuviera haciendo. Además hoy por hoy todavía sigue estando en el mismo sitio ya que tenerle cerca sigue siendo algo que me tranquiliza y me ayuda a resolver lo que sea que me esté ocurriendo . También simboliza mi casa, mi hogar, ya que nunca se ha movido de casa de mis padres y allí sigue estando para cada vez que vuelvo. Con el paso del tiempo se ha ido rompiendo por algunas partes y perdiendo color no por un mal trato sino por todo el uso que le di asi que lo sigo manteniendo en la cama puesto con el mismo cariño que siempre.

Mª Mar F.

El patrimonio que he elegido es una esclava. La he elegido porque me trasmite un sentimiento muy especial, ya que me lo regaló mi abuelo antes de falleciera.
No me la quito de la muñeca, porque cada vez que la miro me trae recuerdos muy bonitos, cuando paso por un mal momento, la miro y me alegra.
Tengo muchos recuerdos con él, como cuando nos llevaba al parque a mis hermanos y a mi, cuando nos recogía del colegio con una bolsa de golosinas.
No olvidaré los momentos que pasé con el, y como se preocupaba por todos.
Lo que más echo de menos es que no esté en las reuniones navideñas, ya que siempre estaba riéndose y haciendo reír a los demás, transmitía alegría y la contagiaba a todo el que estuviese a su alrededor.
Para mi, es un ejemplo a seguir y aunque no esté, nunca lo voy a olvidar.
Me ha enseñado muchas cosas. Antes de fallecer me dijo que siguiera siempre adelante, y no tuviera miedo por nada.
Siempre estará en mi corazón.

Mikita Chikita

Voy a contar la historia sobre el patrimonio más significativo de mi vida. Mi patrimonio es el anillo adjuntado en este correo. Este anillo significa muchísimo para mí, sentimentalmente hablando. Desde el año 2012, concretamente en Agosto, inicié una relación sentimental con un chico. La diferencia de las relaciones convencionales y la nuestra, es que nos separaban 614 kilómetros. Imagina la situación, dos chicos adolescentes, con 14 y 15 años, afrontando una relación que llegaba desde Madrid hasta Málaga. Se trataba, como decía mi padre, de una relación sin futuro, sin contacto, sin siquiera considerarse relación. Pasaron los años, y como en la vida misma, la gente cambia, el entorno, los conocimientos, pensamientos, gustos, aficiones… Pero dicha relación no cambió. Es irónico decir que se tratase de una relación cuando jamás nos habíamos visto en persona, pero ambos sentíamos que toda espera tendría su recompensa, o al menos, eso esperábamos con ansias. Llegó el año 2017, y con él, la mejor época de toda mi vida. Yo ya tenía 19 años, ingresos propios y tiempo libre para poder realizar ese viaje tan esperado por parte de los dos. En el otro extremo se encontraba él, con sus 20 años y las mismas ganas de vernos que tenía yo. Por fin llegó el día. Recuerdo a la perfección de que se trataba del 26 de Enero. Ese día cogí el bus decidida a cambiar nuestras vidas, y señalar la verdad sobre nuestra relación. Con señalar la verdad me refiero a que por fin la sociedad nos consideraría como una pareja real, y no el dicho de «Amores a distancia, felices los cuatro». Cuando llegué a Málaga no pude ser más feliz. Bajé del bus y ahí estaba, y por fin, estábamos juntos. Pero, como siempre, todo lo bueno tiene un final, un capítulo que cerrar a la espera de abrir nuevos, viajes de los que regresar, tareas a las que atender… En definitiva, volver a la única vida real que habíamos soportado durante 5 años. El día de la despedida fue, probablemente, uno de los más duros de mi vida. Recuerdo cuando paseábamos por la playa haciendo de los momentos infinitos, y en una milésima de segundo, al recordar la vuelta a casa, el tiempo comenzó a volar. Antes de irme, mi pareja me pidió ir a dar una vuelta por el centro, por aquel parquecito situado entre dos carreteras que me parecía sumamente acogedor. Después de un largo camino a pie, decidimos sentarnos en un banco de ese parque, y poder disfrutar del último día en el que estaríamos en compañía el uno del otro. Entonces ocurrió. Él me agarró la mano, y en mi dedo anular depositó el anillo. Probablemente la gente pensará que es un anillo normal, pero ese anillo para nosotros significa algo más importante. Es un anillo depositado como un recuerdo, para que cada vez que lo mire, a pesar de estar a 614km, nos sintamos cerca, y desde entonces, ambos sabemos, que siempre, de una manera u otra, estaremos juntos.

Alejandra G.

El patrimonio que se refleja en esta imagen tiene un valor muy importante y significativo para mi.

Hace mucho tiempo, calculo que tendría yo cerca de 6 años, mi abuela y mi abuelo por parte de madre (con los que yo tenía y aún tengo un lazo afectivo muy fuerte) fueron a una actuación de Jorge Blass y tuvieron el detalle de pedir una firma para cada una de sus nietas. Jorge decidió hacer su pequeña y simple dedicatoria en una de las cartas que había utilizado para una de sus actuaciones, algo que convirtió ese acto en algo mucho más familiar y bonito.

Este gran detalle no solo tenia un significado por parte de una de las personas más grandes en el mundo de la magia, ya que había dejado un poco de él, de su vida en una pequeña carta, con el fin de hacer feliz a personas que le seguían en aquello a lo que él se dedicaba.

Para mi, a lo largo de los años se ha ido convirtiendo en algo mucho más importante y dejo de recordarme a esa persona que un principio lo habia firmado con toda su buena intencion.

Hace casi 3 años, mi abuela murió y mi abuelo cayó muy malito. Desde ese día, quite la carta de mi habitación y comencé a llevarla en mi monedero, gracias a este pequeño objeto, dos personas imprescindibles para mi siempre me acompañan, vaya a donde vaya, estén presentes o no.

Isabel S.

Esta pulsera para mí es patrimonio ya que es un cordón de Pandora que me regalaron mis padres el día de mi 18 cumpleaños. Tiene mucho significado para mí porque en él voy añadiendo abalorios que me van regalando con el tiempo y tiene una historia muy significativa.

Cada abalorio me lo ha regalado una persona diferente y por tanto, cada uno de ellos tiene una historia diferente.

El lazo me lo regaló mi madre. Siempre ella ha dicho que soy muy presumida, que me gusta cuidarme y siempre ir bien vestida. Aquí encontramos la relación de el lazo con la moda.

La cámara de fotos me la regaló mi mejor amigo. Me gustan mucho las fotos y tengo muchas sesiones, me fascina el mundo de la fotografía

.El osito me lo regaló una de mis mejores amigas. Significa que somos como los ositos, que llevamos juntas mucho tiempo y que siempre estamos pendientes la una de la otra.

El corazón colgante me lo regaló otra de mis amigas. Yo tengo uno y ella tiene otro. El mío tiene la palabra «friends» escrita y el suyo «best», es un vínculo que tenemos.

La letra «i» me la regalaron mis amigas y compañeras de trabajo. Es la inicial de mi nombre.

El abalorio con flores me lo regaló mi tía. Me une al campo y al entorno rural puesto que yo vivo y he vivido siempre en un pueblo.

El perro me lo regaló mi padre. Hace referencia a nuestro perro «Coco».

Y por último he de decir que hace poco perdí un abalorio que era un corazón, que me lo regaló mi madre por el vínculo afectivo madre-hija. Me dolió bastante perderlo ya que tenía un gran significado para mi.

Y esta es la historia de mi pulsera de Pandora, que a día de hoy se ha convertido en mi patrimonio». (Isabel S.)

Lucía G.

Es un tatuaje que me hice el 4 de diciembre de 2014, mes y medio después de que mi abuelo muriera, el 15 de octubre de ese mismo año. Si elegí ese día para tatuarme es porque aún era menor de edad cuando esto sucedió, y dos días antes de tatuarme cumplí al fin los 18 años. Es el primer tatuaje que me hice, para mí el más importante de todos los que tengo, y no porque sea el primero. Era mi abuelo materno, para mí fue como mi padre, he estado realmente toda mi vida con él, me crié mayormente con él, aparte de que para mí fue la única figura de referencia junto a mi madre que he tenido, y de los que he adquirido gran parte de los valores que tengo y soy hoy en día. De todos los años que he estado con el, de toda mi vida, raro era el día en el que no le viera. Siempre jugaba conmigo, siempre me daba todo el cariño que yo necesitaba, siempre iba a visitarme y cuidarme cuando estaba mal, siempre ha sabido ser la persona que me ha corregido cuando hice algo mal, pero siempre desde una parte cariñosa y lógica: es por eso por lo que aprendí tanto de él, a poder solucionar las cosas de una manera racional, sin necesidad de violencia o malas contestaciones. Mi abuelo me enseñó a hablar con los demás, a ser humilde, me enseñó qué, si das lo mejor de ti, ayudas a los demás y tratas bien a los que te rodean y tienes buen corazón, tarde o temprano te lo acabarán devolviendo, la gente te ayudará y la vida te acabará recompensando.

Para mí, mi abuelo era mi mundo, un pilar fundamental en mi vida, la guía que he tenido siempre, un ejemplo a seguir, quien me ha hecho ser quién soy, y la persona que, aunque ahora mismo no esté físicamente conmigo, me hace pararme a reflexionar ante muchas situaciones que se me presentan a diario. Pretendo dar lo mejor de mi cada día, seguir el camino que él un día me enseñó y superarme cada día para que allá donde esté pueda sentirse orgulloso de mí, sé que lo estaría.

Por todo esto, por todo lo que mi abuelo ha significado y significa para mí, me hice este tatuaje, quiero llevarle siempre conmigo, porque siento que así, es una manera de tenerle siempre a mi lado, y de recordar mis raíces , de recordar que soy quien soy por él.

Marina P.

Estas placas fueron de las dos perras que tenía de pequeña. Una de ellas pertenecía a Yala, una cocker marrón que me acompañó durante toda mi infancia hasta que llegó el fin de su vida. Crecimos juntas, fuimos compañeras de travesuras y aventuras y poco a poco se convirtió en mi mejor amiga, ya que al vivir en el campo y no tener vecinos, era mi más fiel compañera. Finalmente un día de invierno terminó su viaje en este mundo, pero nunca va a terminar en mi corazón porque su recuerdo permanecerá siempre conmigo.
La segunda placa pertenecía a Canela. Fue de otra perrita con una vida un poco más dura que la de la anterior. La adoptamos de un centro en el que vivía arrinconada por miedo a los seres humanos causado por los diversos maltratos que sufrió a lo largo de su vida. Nosotros quisimos cambiar eso. Con la adopción y el cariño que nuestra familia le otorgó, se convirtió en una perrita activa, feliz y muy agradecida, como si supiera que la habíamos salvado de una vida repleta de crueldades. Desgraciadamente, el destino está escrito y esta perrita falleció siendo atropellada en la puerta de su propia casa. Nunca olvidaré su mirada y como movía su cola agradeciendo hasta su último instante que yo estuviera con ella.

Son dos historias de dos perritas que me han marcado la vida, con la primera crecí y con la segunda maduré al afrontar una pérdida injusta y evitable.

Estas dos placas representan mi patrimonio individual, aunque no hace falta la presencia material de ellas mismas para recordar lo que representan.)

María C.

Martes. Tercera hora de clase. Noto cómo un escalofrío me cala los huesos a medida que el profesor me indica que me levante. Hoy es el día. Hoy toca exponerles a mis compañeros mi experiencia por el neolítico. Estoy preparada. Sin dubitaciones, me levanto y me pongo frente a la pizarra con todas las miradas apuntándome. No puedo evitar ruborizarme. Con suerte, el profesor logra desviar sus miradas. En cada explicación, me vienen a la mente todas las hazañas, todos los momentos, las dificultades por las que pasamos. Cuando me concede la palabra, me siento libre de explicar esta experiencia tan peculiar. De repente, esos ojos a los que tanto temía unos minutos atrás ya no me dan miedo.

Me parece asombroso ver en los semblantes de mis compañeros alegría, estupefacción, perplejidad e incluso confusión. Parecen que están anonadados, aunque siendo sinceros, yo también lo estaría, pues no todos los días te presentan un proyecto en el que se recrea una aldea neolítica usando los mismos procedimientos que en aquel entonces. Para mi sorpresa, lo que más les deja sin habla es el utillaje: las hachas, las hoces, las mesorias… Explicamos el procedimiento de fabricación de las herramientas, las diferencias que presentan y el modo de su utilización.

Alba A.

He elegido estos dos peluches como patrimonio personal, aunque para los demás sea eso, dos simples peluches, para mí no lo son.

Llevan conmigo desde pequeña, exactamente desde los cuatro años.

Mi padre compartía habitación en el hospital con un señor que no tenía familia, bueno sí tenía pero no sabía nada de ellos porque vivían muy lejos, y mi madre cuidaba de los dos. Al ser yo tan pequeña no podía ir a ver a mi padre, por lo tanto, este señor nunca me conoció, pero sabía más de mí que cualquier otra persona.

Todos los días mi padre sacaba fuerzas de donde pudiese y le contaba lo increíble que era su hija, y lo que me echaba de menos. Él tenía una hija de la misma edad a la cual ya no veía, y también hablaba de ella un montón.

De alguna forma quería agradecer a mis padres todo lo que habían hecho por él, y cuando dieron el alta, con el poco dinero que cobraba de su pensión, y me regaló la vaquita de la derecha. Y mi padre me regaló la de la izquierda para que pasase lo que pasase nunca me olvidase de él. Y asi fue, esos dos “simples” peluches marcaron mi infancia. Hicieron que, aunque mi padre no estuviese presente físicamente, lo estuviese de alguna forma.

Y aunque es muy duro que un pilar tan grande no esté ya en nuestras vidas, siempre queda algo de ellos con nosotros. A veces algo material, que no vale su precio, sino todo lo que llevan consigo, y siempre miles de recuerdos. Me hicieron comprender que hasta el más mínimo detalle con una persona, puede significar mucho en su vida.

Como dijo Michel Rostain: «Lo que se recuerda siempre vive, nunca muere»

Nayara

Valioso, mágico, incomparable…son las palabras perfectas para describir la relación, un sentimiento que se puede transmitir con una única mirada y simple lametón, un enérgico movimiento de cola, una simple caricia…el cariño, un respeto de dos seres completamente diferentes pero que en ocasiones a la vez tan imprescindibles.

Pueden forjar una unión tan fuerte, un aprecio y un amor que no hace más que crecer a lo largo de los años con las demostraciones, las experiencias, el día a día , el dar y recibir, el tener a una criatura tan extraordinaria a mi lado en todo momento, la lealtad que es capaz de demostrarte, las increíbles cualidades que es capaz de realizar, un ser que se que no me va a fallar que siempre va estar ahí, que es leal , que sin decirte nada te lo dice todo…hay muchos tipos de amores e incluso sentimientos…pero este en concreto es solo mío, es solo nuestro.

Nerea C.

La verdad, es que llevo algo más de una semana pensando en como describir mi patrimonio, quería escribir algo sencillo y bonito a la vez, no me salían las palabras perfectas o por lo menos las más indicadas para así poder describir lo que significan estos tres objetos para mi.
Creo que por fin las he encontrado, la verdad son un simple pañuelo, una pañoleta y una galleta, pero que tienen un gran significado en mi vida.
Para comenzar, quería reflejar dos cosas muy importante para mi:
La primera y para mi creo que la más importante es la que representa ese pañuelo blanco bordado con esas dos flores rosas, para mi es como la representación de todo el apoyo de mi familia pero en especial en el de mi tío.
La segunda y aunque no menos importante, que esta representada por esa pañoleta y esa galleta de la peña el abuelo de Iscar, es la alegría, felicidad, diversión pero sobre todo, todas esas amistades que he podido ir guardando y que sobre todo son aquellas que se han quedado a mi lado en los momentos más duros para mi y la época en la que con solo mirar un objeto o hablar de un tema en especifico se me saltaban las lágrimas como todo una niña pequeña.

Para Elisa-María G

No soy una persona de mucha memoria, pero si cierro los ojos e intento buscar un recuerdo de mi infancia, veo a mi madre tocando Para Elisa a piano. Ella misma compró uno para enseñarme a tocar; y yo, con la apatía de los niños, le dije que tocara ella. ¿Cómo iba a saber que ese iba a convertirse en un recuerdo precioso? Tengo joyas de mis abuelas, y mis primeros libros; pero no sentía tener un vínculo tan especial con nada como para escribir sobre ello. Hasta que este recuerdo me golpeó. Mi madre. Ella, que me enseñó a amar la música, la literatura y el arte. Mi valquiria. Ella que siempre ha querido darme el mundo y yo que a menudo se lo he agradecido tan mal. Mozart, Tchaikovsky, Beethoven y Vivaldi. Yo he crecido con eso, ese es mi legado. Sabes que mi madre está haciendo limpieza general cuando suena un réquiem en el salón; y que está feliz cuando coge a mi padre de la cintura y le invita a bailar alguna canción de jazz. Entonces se besan y mi hermano y yo hacemos muecas. Nos reímos de ellos. Pero por dentro pienso: Dios, gracias por esos besos. Soy afortunad. Los viajes de mi infancia van narrados por Frank Sinatra, Café Quijano y Sole Giménez. Es como si lo estuviera viviendo ahora mismo. Estamos en el coche, hace frio, y mi padre va al volante, estamos rodeando alguna montaña del pirineo aragonés, y de fondo suena Dos gardenias, la miro a ella pero no está cantando, solo mueve los labios. Y lo veo en sus ojos; esa conexión profunda con algo intangible. Y entonces lo entiendo. No se qué es exactamente el legado que estoy ofreciendo, son muchos recuerdos, muchas canciones. Momentos de mi vida, y lo más precioso que tengo. Espero que sirva.

Miguel A.

MI CASA DE LA MATA

He decidido elegir mi casa de la Mata ya que para mi es uno de mis patrimonios mas preciados. Para mi ha sido un lugar muy especial ya que en esta casa he pasado todos los veranos desde que naci con tan solo 1 mes y 7 dias de vida hasta ahora. Yo lo considero como si fuera mi pueblo ya que en el, he pasado todos los veranos de mi vida acompañado por mis abuelos cuando era mas pequeño ahora con mis padres y este año me gustaria pasarlo con algunos amigos de Valladolid.De tantos años que he pasado veraneando alli ahora tengo muchos amigos de todas partes de Europa sobre todo franceses suecos y rusos pero obviamente con los que mejor me llevo y con los que salgo a la piscina al mar o de fiesta son gente de todas partes de España incluso de valladolid.
Cuando el verano llega a su fin, año tras año solo pienso en las vacaciones del año que viene y lo que estara por venir deseando poder volver allí cuanto antes.
La verdad es que no se que hubiera sido de mi si mis abuelos no hubieran comprado este chalet y ahora mi madre no lo hubiera heredado.

Marina G.

No es que tenga muchas cosas importantes en mi vida, que signifiquen algo para mí. Así que cuando me mandaron hacer esto, no fue una tarea fácil escoger algún objeto o algo significante. Hasta que me acordé de que hace unos meses hice el Camino de Santiago, que de alguna manera marcó una etapa de mi vida. Cuando me embarqué en esa “aventura” nunca creí que sería capaz de llegar hasta final. Me ayudó a pensar en muchas cosas y a valorar otras tantas. El lema que tiene esta pulsera hace que piense que si me propongo algo podré conseguirlo. Supongo que por eso es importante para mí.
Septiembre 2017

Jorge

El patrimonio para mí, es todo lo que me provoca algún tipo de sentimiento o emoción. En este caso, me ha costado bastante elegir algo ya que tenía muchas cosas en mente pero, al final me he decidido por una que me transmite un sentimiento muy especial, un abanico.
Pertenecía a mi abuela, cada vez que lo veo me recuerda todos los momentos que pasé con ella, cuando me venía a buscar a la salida del colegio cuando era pequeño, a las navidades que pasábamos todos juntos en familia, a esas tardes de cumpleaños en las que nos juntábamos en su casa primos, tíos, nietos, etc. y nos pegabamos un maravilloso festín. Otro motivo es el olor a ella que desprende cada vez que te abanicas con él. En definitiva, para mí, mi abuela ha sido mi segunda madre, ya que de pequeño es la que me ha cuidado cuando mi madre no estaba en casa y muchos de los valores que he recibido en mi vida han sido gracias a ella. Por todo esto y más he acabado eligiendo el abanico como patrimonio mio.

Jorge PdM

Este es mi patrimonio cultural porque es una de las pocas cualidades que me hacen tener la cabeza bien alta y además porque la mayoría de estos conocimientos han sido adquiridos de forma autodidacta. Todos ellos en su totalidad son palabras. Casi siempre que pongo en práctica esta elocuencia quedo como un sabihondo. Pues bien prefiero ser un feo listo a un atractivo estúpido. Si en otra vida me diesen a elegir, de entre todas las cualidades que tuve, una única, escogería sin duda alguna mi cultura. No doy por perdidas todas las horas que haya podido emplear al día en leer libros de texto, novela teatro, poesía, ensayo, el diccionario en particular o cualquier otra fuente escrita de cultura general. Bien resulta insólita una lectura del diccionario en busca de vocablos de raíces desconocidas, morfología exótica y alargada, significados hermosos y demás, mas es, junto con la escritura y el dibujo, mi ocio más pleno. A parte, queda mucho mejor decir en tu currículum vitae que conoces bastante sobre un puñado de “-logías”, unas cuantas “-grafías” y un montículo de “-metrías”, a poner que sabes cómo se actualiza un Iphone 8. Cabe destacar que saber el uso de insultos o palabrotas del siglo XV, como agrofa, es una inenarrable defensa contra cualquier lenguaje soez, puesto que tú sabes muy bien el significado de lo dicho y el receptor tiende a ignorarlo o dejarlo pasar. Viendo que me está quedando un maremágnum de palabras(o un floripondio muy ornado de tildes, puntos y comas) un tanto luengo, concluyo exaltando: -¡Sapere aude!-.
Septiembre 2017

Diego H.

He estado más tiempo pensando cual era mi patrimonio que escribiendo. Es una pregunta complicada, de hecho hay infinitas soluciones posibles pero solo unas pocas se identifican realmente contigo. Finalmente he decidido elegir esto como mi patrimonio, pues para mí es importante, más de lo que nadie piensa, y aunque me caiga siempre me vuelvo a montar, aunque me canse siempre doy otra zancada. Para mí las tardes patinando con mis amigos son el verdadero patrimonio.

Sergio M.

Aprende del pasado, prepárate el futuro, pero vive en el presente. Porque el tiempo no te hará olvidar, pero te hará madurar y entender mejor las cosas.

Ana M.

Es muy difícil describir la palabra “Patrimonio” con exactitud. Pero si me preguntan por cual es mi patrimonio tengo clarísimo que es Menorca. Menorca es una isla que visité hace un año y de la cual me quedé enamorada, es un lugar que invita a perderse y a querer quedarse para siempre. Con esas calas de agua cristalina y la belleza natural que las rodea. Todas las playas tienen su encanto, cuando estoy allí estoy como en un paraíso. Dejando a un lado las playas y la naturaleza, el casco histórico tiene un gran encanto, el puerto por la noche con mil y una luces frente a la oscuridad, puestecitos artesanales y una buena terraza para sentarme tranquilamente a disfrutar de una rica caldereta y recordar un montón de recuerdos vividos.
Lugar de retiro, o turístico, no sé… pero para mi es patrimonio, lo sé porque volvería una y otra vez, porque es mi sitio especial y eso nunca va a cambiar. Porque a veces no solo es el lugar, es la cantidad de recuerdos que vives en él y las personas con quienes los has vivido.