Jimena
Me enamoré de esta caja en el rastrillo de un pueblo de la Sierra. Me llamó mucho la atención lo bien conservada que estaba por dentro y lo gastada que estaba por fuera. Es una caja de música, aunque actualmente no funciona.
Cuando la ví, imaginé toda una historia para ella, las manos de una mujer del siglo pasado llevándola en sus viajes… Decoraciones de pelo, pendientes… colocadas dentro. La magia de la música al abrirla ¿Qué música será?…
La compré porque sentí que tenía que formar parte de esa historia, que no podía pasar al olvido. Esta caja había significado algo para alguien, podría ser el primer regalo de su prometido… y ahora estaba encima de una tela en el suelo… Sentí la necesidad de volver a darla valor…. Ahora guardo en ella mis pendientes y pequeñas joyas, también los tesoros que me encuentro por la calle.
En un futuro quiero llevarla a un restaurador, que la de lustrosidad por fuera y arregle el mecanismo para poder oir, por fin, la melodía que guarda en su corazón.