María G.

Esta es una esclava muy importante para mí, la llevo puesta desde que me la regalo mi novio hace casi 7 años, exactamente el 27 de marzo del 2012. Puede que para cualquier otra persona parezca una simple pulsera, pero yo la otorgo un gran valor.
Me acuerdo perfectamente del día, era un día bonito y soleado, Pablo y yo habíamos quedado con sus amigos en el parque y al bajar me estaba esperando a la esquina de mi casa con la esclava y una rosa roja, fue una inmensa sorpresa.
He de decir que fue un regalo especial por el contenido, las ganas y el amor que había dentro del detalle, aún sin haber sido un regalo costoso puesto que siempre le damos la importancia al gasto que ha supuesto, para mi fue un momento maravilloso que da mil vueltas a cualquier otro.
Han pasado muchos años y nunca me he separado de la pulsera, siempre me ha dado fuerzas, ánimos y suerte en los momentos más duros y difíciles de mi vida, aparte de tener un objeto en mí que me acompaña siempre de una de las personas que más quiero.
Gracias a las personas que hacen la vida más bonita e inefable.