Jordi

Esta es mi tacita de animalitos, la llamo así desde que tenía cinco o seis añitos. La tacita me la dieron un día para desayunar y desde entonces me la adjudiqué.

A partir de ese día tenía que desayunar con ella. Era terminar de desayunar y tenía que fregarla, secarla y colocarla en mi habitación, dentro del segundo cajón empezando por abajo de la cómoda para no perderla. Esta taza incluso participaba en mis juegos, como misión de los playmobils para conseguir el tesoro, como rotonda para mis coches o como podio.

Siempre con mucho cuidado, los demás juguetes se rompían pero la taza nunca.

Me mudé a Valladolid y ¿Cómo no? tenía que venirse conmigo, de vez en cuando me pongo nostálgico y me hago un cola-cao fresquito.