El rey de la casa durante catorce años y que hace uno nos dejo, partiéndonos los corazones en mil pedazos. Un perro no es una mascota, es un compañero de vida en todos los sentidos. Era la persona, porque al final era una persona más en esta casa, que daba alegría al hogar como cuando un niño entra en la casa de su abuela y llena el hogar de felicidad. Perro ladrador poco mordedor, pero el era todo lo contrario. No ladraba nunca a nadie, solo cuando veía comida (como si estuviera pasando hambre nuestro amigo).

Por lo contrario, mordía todo aquello que se le ponía en su paso. Zapatillas, mesas, sillas, camas, peluches… era un pequeño gamberro. Pequeño porque no media mucho más de 25 cm. Le encantaban las zanahorias como si de un conejo se tratase. La pelota, era su pelota. Me enfadé muchísimo cuando se la dieron, porque era mi favorita. Era más bueno y fiel que muchas personas que conocemos, pero como cualquier perro al que le des de tu cariño. Allí donde estés, aquí te echamos mucho de menos.