El patrimonio que escogí para compartir en este espacio es esta planta, que fue una de las primeras cosas que compré cuando me informaron que ya me podía mudar a mi casa, una que adquirí junto a mi esposo con todo el esfuerzo y la alegría que genera el hecho de poder vivir en un hogar propio. Decidí que ese seria mi primer toque personal, incluso la lleve mucho antes que todas mis cosas y constantemente iba solo a regarla. Un poco antes de traerla a casa me entere que sus exóticas y enormes hojas verdes con manchas de color beige pueden llegar a ser toxicas, eso me preocupo un poco y hasta pensé en no traerla conmigo, sobre todo porque tengo dos pequeños de ocho y nueve años; pero luego analice la situación y decidí que era la oportunidad perfecta para explicarle a mis hijos que algunas cosas por bellas que nos resulten pueden llegar a ser peligrosas y por ello debemos tener cuidado al relacionarnos con ellas, la coloque en un lugar al que no tienen acceso las mascotas y mis hijos ya se acostumbraron a regarla sin tocarla, yo la cuido como un objeto preciado y es que no puedo negar que al final me sentí un poco identificada con ella, no por lo toxica, sino porque ningún ser en este mundo esta llamado a ser perfecto y creo que la clave esta en aprender a quedarnos con lo bello y lo bueno que tenemos para ofrecer, y esto aplica para las plantas, las personas y todo lo que nos rodea. Liry M.
«Donde quiera que saltes o que gires habrá un segundo mio para que lo suspires»- Silvio Rodríguez/ Lo de Más Mi patrimonio es un tatuaje de una silueta en cielo naranja del centro historico de mi ciudad, Cartagena de Indias.
El personaje Congo de Cartagena es una iniciativa creada desde el año 2007 por Edsson G. Torregloza Ramos quien bajo este disfraz busca de manera creativa resaltar la importancia de CARTAGENA como cuna de la cultura caribe y protagonista esencial en la historia del país, exaltando y promoviendo el reconocimiento de nuestra ciudad y de todos aquellos elementos que nacen o tienen sus inicios en ella, tales como sus FIESTAS DEL 11 DE NOVIEMBRE (aportando de gran manera al proceso festivo), SU INDEPENDENCIA, PERSONAJES FESTIVOS (retomando la tradición y los iconos de nuestra ciudad), CHAMPETA (como género dancístico y musical por excelencia), BANDERA Y SIMBOLOS PATRIOS entre otros; pretendiendo con esto desarrollar en propios y extranjeros una cultura ciudadana sensible a la importancia de amar y sentir orgullo por ella, reconociéndola como nuestra casa, donde habitamos como familia nativos y turistas con la responsabilidad de cuidar su esencia y su patrimonio. En esta imagen se refleja mi patrimonio personal, este personaje y vestuario, sus elementos: Tocado, estola, capa, maquillaje, bandera. Dan muestra de la evolución de un sueño, de como la vida me ha encaminado de manera natural al Arte, la Cultura y la Danza; permitiéndome crear marca, identidad, conocer espacios y personas que aportan a mi crecimiento tanto personal como profesional, dejando legado en las nuevas generaciones, que en definitiva es el objetivo. Seguiremos trabajando por nuestra cultura, Gracias Congo de Cartagena! Edsson G. Torregloza Ramos Cartagena de Indias – Colombia 24-agosto-2021.
Mi abuela era modista.Se ganaba unos cuantos pesos cosiendo uniformes a la gente del barrio. Normalmente me cosía disfraces, no había Halloween sin disfraz de la abuela, la verdad muy poco le mandaba hacer ropa, hasta que un día me decidí por mandarle hacer esta falda. Recuerdo tanto cuando me decía -repitiéndome varias veces- que comprara la cantidad de tela exacta y una tela suelta. Yo compré la tela y se la lleve. Me hizo la falda. Cuando me llamó para recogerla yo me asusté por el resultado porque a ella siempre le molestaba que uno le mandara a corregir prensas ya hechas y tenía miedo de quedara como me la imaginaba. Pero, para mi sorpresa, cuando ella me la entregó, yo la amé enseguida, fue exactamente lo que estaba buscando. Sé que le costó trabajo porque ella no era de esas modistas que hacían muchas prendas con tanto detalle. Esta falda es especial porque es lo único que me queda de las cosas que me hizo, de alguna forma siento que la recuerdo cada que la veo. Ella falleció hace 5 años y esta falda me hace sentirla cerca.
Palo e Mango Atesoro en ti los momentos más bellos y sublimes, la tranquilidad, la libertad de un espacio propio ofrendado por la naturaleza, para el pensar en medio de una infancia turbulenta, pedregosa, te atesoro como ese lugar capaz de reunir lo que me constituye como ser humana, un lugar en el pude huir de los tormentos, un lugar al que siempre quiero volver.
Malanquilla. Lugar en el que veraneo desde niño al ser el pueblo de mis abuelos.
Mi patrimonio más importante para mí es mi cámara, porque representa el vínculo que tengo con mi mamá. Ella me dejó ese regalo para que la recuerde siempre, será mi herramienta de trabajo y también lo que me recuerde lo mucho que ella sacrificó para poder tenerla. Es la primera cámara de mi propiedad. Son los ahorros de mi madre y míos.
En este caso el vinculo que existe entre esta piedra que llevo colgada desde hace mucho y que ya representa algo de mi esencia es el peso de una amistad, que se materializó en el recuerdo de esa persona, que llevó a esa persona a querer darme un detalle y con eso decirme lo que significa también para ella este afecto.
Esta obra fue creada por mi hijo, JM, a sus 4 años. Eran tiempos de estimulación continua en los que mi madre y yo cultivábamos la mente, el cuerpo y el alma de esa criaturita que tanta ternura nos causaba. Una de las actividades que disfrutábamos juntxs era la de jugar con los colores, las texturas, los soportes, las técnicas, los materiales, las risas y el asombro. Desde que tenía un año y medio le di las condiciones para que pintara tazas con plumones; camisetas con las manos y los pies; cajas de madera con lápices y colores; papeles con los dedos; cartones con crayolas; lienzos con pinceles, cepillos y esponjas… Una de esas obras experimentales, resultado de aquellos momentos inolvidables, fue ésta que, además, me acompaña todos los días en mi oficina. La traje justo cuando estaba viviendo momentos muy duros, para sentirme acompañada de aquella energía que tantas alegrías me ha dado en la vida; para recordar que todo es pasajero pero hay algo que siempre permanece, y es el amor infinito hacia lxs hijxs. Me encanta porque, además, esta pequeña obra (para mí lo es) me remite al expresionismo abstracto norteamericano. Y me gusta fantasear con que las hermosas creaciones de JM, que guardo con especial cuidado, también están influenciadas por aquellas obras que desde bebé ha visto, dado que siempre lo he llevado a todo tipo de actividades artísticas, especialmente, a museos y a galerías. Quisiera creer, también, que el haberle propuesto siempre identificar sus emociones con colores pudo haber influido en la creación de esta modesta pero significativa obra, hecha con espontaneidad, gozo y mediada por nuestra hermosa relación. El título «memoria(s)» -en minúscula- tiene que ver con que es un recuerdo, la fotografía de un instante compartido de nuestras vidas-, pero también con que esas manchas de todos los tamaños, colores y formas se asemeja a la forma como se contruye(n) la(s) memoria(s)…
Cartagena de Indias, 17.08.21
Mi patrimonio personal es esta reserva de barco. Mi padre, a sus 69 años, tenía tres sueños. Uno de esos era hacer un crucero; el destino no importaba, era vivir la experiencia de viaje en barco. Es mi patrimonio personal pues al poco tiempo de trabajar tuve esta idea de ahorrar y hacer el viaje con mis padres. Fue el primer y último viaje que tuve con mi padre, pues a los escasos dos días de haber llegado de vuelta falleció, lo cual le da el alto valor emotivo para mí y mi madre de esa última experiencia que tuvimos en familia, en la cual destaco que lo vi inmensamente feliz de cumplir un sueño y me da gratitud poder haber sido parte del mismo.
La fotografía de mi abuelo Luis Miguel García, es mi patrimonio mas preciado. Es una herencia, es memoria y es historia; también es dolor, heridas abiertas, pero así mismo es descanso y alegría cada vez que le recordamos. Mi abuelo fue un hombre bueno, noble, amante y cuidador de la madre tierra, un campesino conocedor de la naturaleza y de sus bondades. Sabía cuando iba a llover, sabía como curar los dolores, conocía todas las serpientes y contaba cuentos de aparatos, como el les decía a los fenómenos paranormales. Fue un esposo, padre, abuelo y bisabuelo amoroso. Su paso era tranquilo, debía ser que llevaba el ritmo de su conciencia; era un amigo leal, respetaba el valor de la palabra y en su mirada siempre reinaba la paz. Lloraba por todo , era un viejo pechichón.
Hace 20 años ese hombre, que parecía sacado de un cuento, fue asesinado en su finca, unas cuantas hectáreas a la orilla de un canal fluvial, en una verada sin luz eléctrica. Los paramilitares llegaron armados, lo sacaron de su cama en medio de la noche, lo llevaron hasta el portillo y allí lo asesinaron. Fue un solo disparo en su frente y así acabaron con su humanidad. Tirado en el suelo dejaron una historia, un legado, un ejemplo de vida.
La fotografía de mi abuelo se ha convertido en el bien mas preciado de la familia. Ese objeto es nuestro patrimonio material, pero también es un patrimonio inmaterial por todo el sentimiento, valoración y memoria que se cuenta a través de ella. Mis hijos y muchos de sus bisnietos, han conocido a su bisabuelo a través de esa imagen, su historia se transmite a partir de ella. Es una memoria viva para nuestra familia, es un dolor que no acaba pero que se quiere preservar.
Diplomado en gestión del patrimonio Grey Saldarriaga Garcia
EL EJERCICIO CORRESPONDE AL RELOJ QUE PERTENECÍA A MI ABUELO MATERNO, DEOGRACIAS, CUYO SIGNIFICADO ES REGALO DE DIOS. EL OBJETO REPRESENTA A MI ABUELO TANTO EN SU ELEGANCIA, CORDIALIDAD, ESBELTEZ E INTELIGENCIA, ASÍ COMO EN EL TIEMPO Y CONTEXTO.
ADQUIRIDO EN LOS AÑOS 50´s, MODELO DE 1954, FUNCIONA A BASE DE CUERDA Y POSEE UN SONIDO PARTICULAR QUE HACE VOLVER A TIEMPOS DE AQUEL ENTONCES. EL RELOJ COMO HERENCIA FAMILIAR FUE LEGADO AL PRIMOGÉNITO. ES ASÍ QUE SOY AFORTUNADO EN RECIBIR TAN IMPORTANTE OBSEQUIO QUE, HASTA EL DÍA DE HOY, CONSERVO.
EL RELOJ ME FUE ENTREGADO EN EL MOMENTO DE TERMINAR MIS ESTUDIOS POSTGRADUALES COMO ARQUITECTO RESTAURADOR, LO QUE LLAMO COINCIDENCIA Y BENDICIÓN. EL DETALLE TAMBIÉN ESTÁ EN AQUELLA PEQUEÑA TARJETA QUE NOMBRA TANTO A MI ABUELO COMO A MI ABUELA: DEOGRACIAS Y ANA. TIEMPO DESPUÉS ÉL YA NO ESTABA, LO QUE ME GENERA PROFUNDA EMOCIÓN SABER QUE, A TRAVÉS DEL OBJETO, SIEMPRE VOY A LLEVAR CONMIGO LA MEMORIA DE MI ABUELO Y DE MI ABUELA.
El anillo que siempre cargo en el dedo significa mucho para mí, me lo regaló mi madre, el ser humano que más significado tiene en mi vida. El anillo no es símbolo de su ausencia, como si ella hubiese partido; mi madre, aún esta aquí conmigo, en la tierra. Mi argolla tiene un valor de patrimonio material para mí, lo llevo conmigo a todos lados y cada vez que lo veo, no importa que tan lejos esté, me acuerdo de mi madre, porque fue quien me lo obsequió. Lo tengo ya hace varios años y le guardo un valor sentimental, así como todo lo que tengo de ella. Sin embargo, este se vuelve especial porque, al ser tan pequeño, puede ir a todos lados conmigo, me hace pensar en mi madre aun sin querer pensar en ella. Es importante para mí y espero tenerlo siempre conmigo.
Para los demás será simplemente una joya, para mi es algo más que eso: es el esfuerzo, el trabajo, el trasnocho que las personas tienen que hacer para poder realizar algo tan maravilloso como esto. Esta joya tan maravillosa la realiza una persona muy maravillosa y especial para mí, mi esposo. Durante todo el tiempo de casados que tenemos veo su labor diaria y ardua para sacar algo tan maravilloso como esta pieza. Mediante su labor veo desde que inicia a trabajar y toma el metal bruto, lo trabaja, lo transforma de una manera tan maravillosa y especial todo esto solo con un propósito y es poder generar frutos para nuestro hogar. Por eso valoro no solo esta joya sino todas y cada una de las cuales él y todos los orfebres realizan. Sus manos son un regalo de Dios y un tesoro el cual valoramos.
Soy la hija mayor de un feliz matrimonio que ya suma 25 años y, desde pequeña, creé un vínculo fuerte con mi padre. Él es docente de bachillerato en Cartagena de Indias y, tal vez por sus habilidades como profesor, o tal vez por que yo lo amaba mucho y era mi persona favorita de todas las que conocía, cada día esperaba por su regreso a casa, luego de un largo día lleno de clases, para que me ayudara con su maravillosa disposición a hacer mis tareas del cole. No dejaba que nadie más me ayudara porque con recelo ansiaba ese momento con él. Ahora, de mayor, pienso que era un acto de amor importante lo que para mí era cotidiano. Realmente implicaba un esfuerzo de su parte (como muchos docentes en Colombia, mi papá trabajaba en dos colegios cada día, saliendo temprano de casa y llegando cuando ya el sol estaba escondido). Durante toda mi etapa escolar, mi papá siempre me acostumbró a que leyera todos los libros del plan escolar antes incluso de que comenzaran las clases; decía que ya tendría ventaja cuando discutiéramos las obras literarias y que leer era un hábito que debía ser cultivado. Siendo una adolescente, esta Rayuela fue de los primeros libros que le pedí a mi papá como obsequio –cuando ya tenía más consciencia y no sólo leía las obras del colegio– y su lectura marcó mi vida; inicialmente, por la genialidad de Cortázar al poner palabras a esos pensamientos que se llevan flotando en la cabeza, es difícil nombrarlos, es difícil articularlos, pero se sabe que están ahí en una constante conversación y gobiernan nuestras decisiones. Empezar a leer a Julio fue sentir que mis pensamientos vagos tenían palabras que alguien le puso antes que yo, y eso fue un descubrimiento hermoso. Rayuela es un libro que atesoro no sólo por que es un “must” para cualquiera que se interese por la literatura latinoamericana, ni es solamente el libro con el que me enamoré de las obras de Cortázar, también representa el amor que mi papá me hizo crear hacia las buenas lecturas y el amor que siento por él.
MINERALES ENAMORADOS Quien no se haya enamorado se ha perdido la aventura mas bella de la existencia, puedes comprender cómo la idiotez se vuelve algo deseable, hermoso, y la sonrisa en soledad permite acompañar a otros. Hay objetos a los cuales les fuimos atribuyendo el gran valor de hacer vivos ese sentimiento y los abrazamos recordando el ser amado en aquello inmaterial, despertando un torrente de emociones que pasas desde la lagrima hasta la carcajada. Casi en una acción de locura los escuchamos hablar y mirarnos, nos imaginamos historias de cómo fue escogido para nosotros y qué sentimientos despertaba al escoger la secuencia de colores y sabores. Y también desde lo lejano que se trajo para estar en las manos. Y es que el bien se acaricia y se llega a amar con la evocación; guardar y tiene la capacidad de albergar y detener el tiempo porque no pasa, al verlo está vivo, aunque el ser amado no esté o se haya reinventado el sentimiento. Con mis minerales enamorados jamás me he enojado. El perdón, la dulzura, la emoción quedaron atrapadas para darme –con los años– el aroma de quien me lo dio, con multitud de razones que quizás unas fueron reales y otras solo las imagine.
A Lilly.