memoria(s)
Esta obra fue creada por mi hijo, JM, a sus 4 años. Eran tiempos de estimulación continua en los que mi madre y yo cultivábamos la mente, el cuerpo y el alma de esa criaturita que tanta ternura nos causaba. Una de las actividades que disfrutábamos juntxs era la de jugar con los colores, las texturas, los soportes, las técnicas, los materiales, las risas y el asombro. Desde que tenía un año y medio le di las condiciones para que pintara tazas con plumones; camisetas con las manos y los pies; cajas de madera con lápices y colores; papeles con los dedos; cartones con crayolas; lienzos con pinceles, cepillos y esponjas… Una de esas obras experimentales, resultado de aquellos momentos inolvidables, fue ésta que, además, me acompaña todos los días en mi oficina. La traje justo cuando estaba viviendo momentos muy duros, para sentirme acompañada de aquella energía que tantas alegrías me ha dado en la vida; para recordar que todo es pasajero pero hay algo que siempre permanece, y es el amor infinito hacia lxs hijxs. Me encanta porque, además, esta pequeña obra (para mí lo es) me remite al expresionismo abstracto norteamericano. Y me gusta fantasear con que las hermosas creaciones de JM, que guardo con especial cuidado, también están influenciadas por aquellas obras que desde bebé ha visto, dado que siempre lo he llevado a todo tipo de actividades artísticas, especialmente, a museos y a galerías. Quisiera creer, también, que el haberle propuesto siempre identificar sus emociones con colores pudo haber influido en la creación de esta modesta pero significativa obra, hecha con espontaneidad, gozo y mediada por nuestra hermosa relación. El título «memoria(s)» -en minúscula- tiene que ver con que es un recuerdo, la fotografía de un instante compartido de nuestras vidas-, pero también con que esas manchas de todos los tamaños, colores y formas se asemeja a la forma como se contruye(n) la(s) memoria(s)…
Cartagena de Indias, 17.08.21