MINERALES ENAMORADOS
MINERALES ENAMORADOS Quien no se haya enamorado se ha perdido la aventura mas bella de la existencia, puedes comprender cómo la idiotez se vuelve algo deseable, hermoso, y la sonrisa en soledad permite acompañar a otros. Hay objetos a los cuales les fuimos atribuyendo el gran valor de hacer vivos ese sentimiento y los abrazamos recordando el ser amado en aquello inmaterial, despertando un torrente de emociones que pasas desde la lagrima hasta la carcajada. Casi en una acción de locura los escuchamos hablar y mirarnos, nos imaginamos historias de cómo fue escogido para nosotros y qué sentimientos despertaba al escoger la secuencia de colores y sabores. Y también desde lo lejano que se trajo para estar en las manos. Y es que el bien se acaricia y se llega a amar con la evocación; guardar y tiene la capacidad de albergar y detener el tiempo porque no pasa, al verlo está vivo, aunque el ser amado no esté o se haya reinventado el sentimiento. Con mis minerales enamorados jamás me he enojado. El perdón, la dulzura, la emoción quedaron atrapadas para darme –con los años– el aroma de quien me lo dio, con multitud de razones que quizás unas fueron reales y otras solo las imagine.
A Lilly.