El corcho
El corcho de mi habitación, ahora mismo el mi bien patrimonial más valioso para mí. A primera vista solo parece un simple corcho, que en si en valor monetario es nulo. Pero tiene un valor sentimental altísimo, es mi «altar» particular, donde guardo todos los recuerdos de viajes, fiestas, festivales, conciertos y regalos de mis amigos y familia. También hay en él, fotos de las personas más importantes de mi vida, vivencias y mis dos guitarras que tanto esfuerzo me costó conseguir. En un futuro, este corcho está en casa de mis padres porque yo vivo allí, pero ira conmigo el día que me independice y seguiré añadiéndole cosas, o como dice mi madre, «comparte otro, porque al final tiras la pared».