Recuerdos
Cuando llega la edad en la que tienes que desprenderte de tus objetos y juguetes de la infancia siempre hay algo de lo que no te puedes deshacer. En mi caso, todos mis cuentos fueron metidos en una caja y guardados en el desván excepto estos dos que aparecen en la fotografía. Eran mis cuentos favoritos de pequeña, los leía cada noche y los guardo un especial cariño. Hoy en día son los únicos que conservo en mi habitación y por ello los considero unos de los objetos que representan mi patrimonio personal. Cuando alguna de mis primas pequeñas viene a visitarme a casa, siempre me los piden y es algo que me hace ilusión ya que los disfrutan igual que lo hacía yo.