
Un sueño
Mi patrimonio personal más preciado son estas botas de baloncesto, que fueron un regalo que me hizo mi abuelo. Estas botas fueron las primeras que tuve y mi abuelo me las regaló con el sueño de verme jugar un día en el Club de Baloncesto de mi ciudad, donde él jugó de pequeño. Por desgracia, meses antes de superar las pruebas para entrar al club y conseguir jugar en él, mi abuelo falleció. Es por ello que estas botas tienen un gran valor sentimental para mi y son el recuerdo de un sueño cumplido, pero que no fue del todo satisfactorio.