Los leones
La mayoría de la gente dispone de una segunda residencia, en un pueblo, en otra ciudad, en la costa, en la montaña… Además, muchas veces esta casa es de sus abuelos o de su familia. En mi caso, mi segunda residencia es de mis abuelos y se encuentra en la urbanización el Montico, que pertenece a la población de Tordesillas. Mi casa es el legado de mis abuelos, ya que pusieron todo su empeño y dinero para crear la casa en la cual disfruto todos los veranos. Lo más importante que tengo en mi casa son las columnas que rodean tanto el patio de arriba como la piscina de la parte de abajo. Estas columnas formaron parte del antiguo patio y claustro de arriba del antiguo correros de Salamanca. Mi abuelo las compró ya que se estaba destruyendo y las colocó en mi casa. Desde siempre mi familia me ha enseñado cuidar a volar mi casa, ya que el mantenimiento de ella es muy largo y costoso. Nosotros hemos sido los que hemos cortado el césped, rastrillamos, podamos, cuidamos la piscina… y desde pequeña yo he ayudado a mis padres que cuidar mi chalet que se vea como el primer día. A pesar de tener más de cuarenta años intentamos que todo funcione lo mejor que se pueda, pero sé que llegará un momento de que mi casa se quedará obsoleta por los materiales utilizamos en aquella época. Para mí, mi casa es mi lugar favorito en el mundo. Cuando tengo un mal día o estoy en una mala racha, intento ir al Montico porque me trasmite mucha paz y tranquilidad. Siento que si estoy ahí no me va a pasar nada malo. Espero poder mantener mi patrimonio por muchos años para que mis hijos disfruten de ella tanto como yo he disfrutado y cuidado de ella.