Mi pasión por el fútbol

Al tener que escoger una imagen sobre un bien de mi patrimonio personal, lo primero que se me ha venido a la cabeza es lo que mas me gusta hacer en mi día a día, y esto es deporte, he tenido muchas dudas entre mis dos deportes favoritos pero al final me he decantado por el fútbol. Desde que nací iba siempre pegado a un balón, daba igual lo que estuviera haciendo pero siempre con mi balón al lado. Al ver esta foto me ha hecho recordar muchas cosas ya que es de las primeras veces que jugaba al futbol en un club de manera «oficial», y a raiz de ahí he seguido jugando hasta hoy en día. Viviendo momentos que no cambiaria por nada sin olvidar los disgustos que en otros tramos de tu vida te puede llegar a dar este deporte. Pero pensándolo bien es mucho mas las alegrías que te produce que las tristezas. Es un deporte que me ha servido siempre para evadirme de todo y tener mi momento conmigo mismo practicando lo que más me gusta. Es simplemente un deporte brillante.

Ordago a la Chica

Sin duda alguna, estos amarracos y la baraja de naipes son unos de los objetos mas importantes para mi actualmente, forman parte de mi patrimonio debido al valor sentimental que les tengo y el uso que les doy. Estos amarracos y la baraja me las regaló mi abuela hace poco, debido a esto tienen un gran valor sentimental para mi ya que mi abuela es la persona a la que mas valor la tengo. También cada vez que veo estas cartas me recuerdan a las numerosas partidas de cartas que he jugado sobre todo con mi abuela. Actualmente las uso para jugar con mis amigos ya que siempre, pero siempre las llevo en la mochila. Estos dos objetos representan el amor y cariño que tengo a mi abuela, siendo para mi la persona mas importante de mi vida.

La pequeña gran pelota

Mi patrimonio personal. Después de varias semanas pensando, entre muchas posibilidades, cual es mi verdadero patrimonio, aquel objeto que me identifique o que tenga un arraigo especial. He decidido poner esta pequeña pelota, que desafortunadamente, estaba ya perdida en mi olvido. Precisamente hace unos días, mi madre lo encontró escondida en un baúl antiguo y lleno de polvo. Cuando me la dio yo sentí toda mi infancia sobre mis ojos y encima de mis manos en unos instantes llamados segundos. Esta pelota representa el todo para mí porque fue la primera pelota que me regalaron mis padres, este esférico estaba presente en todos los momentos de mi día a día, desde que me levantaba hasta que me acostaba. Solo recuerdo momentos de felicidad al lado de esta pequeña pelota. Como podéis ver en la foto, ya está un poco vieja y gastada, además se aprecian los colores rojo y verde porque eran mis dos colores favoritos en aquella lejana época de mi infancia. Y aunque estuviera guardada a partir de ahora estará siempre conmigo ya que es mi verdadero patrimonio personal.

Mi suerte

Mi patrimonio personal es este. A simple vista puede ser un simple anillo pero detrás de él hay una parte de mi, una persona que ha cambiado mi vida. Me lo regaló mi novio el día de mi cumpleaños y para mi tiene un gran valor sentimental ya que me hace recordar todos los momentos que he vivido junto a él. Siempre necesito llevarlo puesto ya que si algún día se me olvida ponérmelo noto que me falta algo.

FAMILIA

Para mi, el mayor patrimonio que llevo siempre conmigo es una fotografía en la que aparezco yo, en uno de mis cumpleaños cuando era pequeña. Significa mucho para mi ya que es la única foto que tengo con mis dos abuelas. Considero que la familia es muy importante y por eso, es para mi esta fotografía lo más valioso que tengo. A parte, hace unos años se murió mi abuela paterna (la que se encuentra a la derecha de la foto) y pasé por una de las peores épocas de mi vida debido a su pérdida. Tener esta foto conmigo, hace permanecer en mi un recuerdo permanente de ella y que nunca olvide los buenos momentos que pasamos juntas.

Las gafas que acompañaron al coche

El patrimonio que para mí es el más importante, son unas gafas de sol graduadas, que mi abuelo por parte materna, utilizaba siempre. Conducía un Renault Laguna del 2005, el cual le encantaba y vivía enamorado de ese coche, cuando mi abuelo falleció en 2009, nosotros nos quedamos con ese coche, y con las gafas que estaban en su estuche en el interior, cuando me saqué el carnet de conducir, heredé ese coche con una ilusión increíble, y lo disfruté hasta el fin de sus días. Más de la mitad de las fotos que tengo de mi abuelo aparecen con esas gafas de sol, eran sus preferidas y se las ponía desde hasta una boda, o para ir a comprar el pan, son unas gafas que le regaló mi abuela en 1990, por su aniversario. Actualmente esas gafas las tengo en una estantería de mi habitación, junto a una foto suya donde aparece con ellas.

Mi hermano, mi tesoro.

Este es mi bien, no es un bien material, pero si sentimental porque ese tatuaje guarda en el muchos sentimientos ya que es la fecha en la que mi vida cambio por completo y conocí al amor de mi vida, a esa persona que llego a mi familia para llenarnos de felicidad, la persona más buena y sensible que conozco y la persona por la que daría mi vida solo por verle feliz; por ello es mi bien más preciado y se que siempre lo tendré en mi.

Mi pequeño patrimonio: el fútbol.

Tras un largo rato eligiendo la foto, me decanté por esta finalmente porque es la que mejor representa mi patrimonio: “el fútbol”. Elegí esta foto como objeto personal de mi patrimonio porque, cada vez que la veo, me vienen muchos recuerdos, historias, anécdotas que me provocan una sonrisa… Quería comenzar mi pequeño matrimonio con una frase de Alfredo Di Stéfano, un jugador icono del fútbol y al cual admiro: “Ningún jugador es tan bueno como todos juntos”. Ahora bien, ¿qué es el fútbol? El fútbol es un deporte de equipo en el que cada uno tiene un rol asignado y tiene que cumplir con su papel en el campo, defendiendo los colores de su equipo y entregándose en cuerpo y alma. A continuación, resumiré brevemente lo es el fútbol para mí, como jugador y la importancia de todo este tiempo. Mi travesía como jugador se traduce desde los 4 años hasta la actualidad, en el club de mi vida, en la U.D Sur, un club de Valladolid. Cada día disfruto más y sigo teniendo la misma ilusión que la del primer día. Antes de nada, decir que no me arrepiento de nada y en todo este tiempo me juntado con algo más que compañeros, con amigos, con los que tengo amistad pero también enemistades, ya que en el deporte no todos podemos ser amigos… Nunca tuve una posición fija, pero eso no era lo realmente importante: lo importante era rendir al máximo y aprovechar las oportunidades que me brindaban los entrenadores. He de decir que juego todo prácticamente, aunque sí es verdad que no estuve en las mejores plantillas, pero siempre jugábamos al máximo y conseguíamos los objetivos fijados. Por un lado, si tuviera que quedarme con una única cosa positiva sería con la alegría que llevaba cuando entraba en el campo, sintiéndome como un auténtico futbolista y, además, la desconexión que me provocaba jugar al fútbol, olvidándome de todo y centrándome en lo que más me gusta. Por otro lado, si tuviera que quedarme con una cosa negativa sería mi actitud ante determinadas situaciones porque me enfadaba y protestaba, pero son cosas del fútbol, ya que no todo iba a ser bueno. De momento, puedo seguir disfrutando de lo que más me gusta. Como todas las experiencias de la vida, se extraen conclusiones, anécdotas, recuerdos positivos y negativos…, pero esa no es la cuestión: yo considero que el fútbol no es solamente un deporte, sino algo que va mucho más allá.

«Conexión quebrada»

Un 23 de diciembre de 2019 decidí irme de casa, coger mis cosas y emprender un nuevo camino sin ellos; sé que te lo estás preguntando y no, no era para irme a vivir sola sino con mis tíos. Lo primero que se me vino a la mente al saber que tendría que empacar mis cosas era este cuadro con mi hermano que pintaron tomando como referencia una fotografía. La relación con mi hermano siempre ha sido de las mejores y nos tenemos mucho cariño, pero esa relación se ha ido perdiendo a lo largo de los años cuando él rehízo su vida con su pareja. Es una lástima cuando pierdes el contacto con personas tan importantes para ti y que lo significan todo, pero cada persona construye su propio camino y aunque nos veamos una vez al año y ni eso, puedo decir que sigue siendo mi persona favorita.

Mi osito de peluche

Este peluche es el objeto más preciado que albergo entre todas mis pertenencias personales. Todo comenzó cuando nací, a todo bebé le hacen regalos y regalos, en mi caso fue “Osito”, así se llama. Desde que tengo uso de razón, siempre me ha acompañado a todos lados: viajes, partes de la casa, a la hora de comer… ¡Incluso al colegio cuando era pequeño! ¿Por qué es tan especial para mí? Porque siempre me ha acompañado en todos los momentos difíciles que han sucedido a lo largo de mi vida, cuando sentía que no había nadie, que estaba solo, ahí estaba, escuchándome. Todos hemos tenido una racha oscura en la que nos sentimos perdidos y sin rumbo ni dirección. En la mía estaba mi peluche de la infancia mirándome fijamente, recordándome cómo me levanté de cada batalla y siendo el faro que iluminaba nuevamente mi camino.

Pañoleta Scout

Mi patrimonio personal no es una simple pañoleta, es mi pañoleta de mi grupo scout. Es mi patrimonio debido a que tiene un gran significado para mí porque representa una parte de mi vida donde ha habido un cambio importante que ha marcado un antes y un después. Hace casi nueve años que la tengo y con ella he encontrado una nueva forma de vida más sana, he conocido a personas que se han convertido en mi segunda familia, con las que he compartido y comparto este estilo de vida que se apoya en el escultismo. Gracias a ella, me di cuenta de que no tenía que tener miedo a las nuevas etapas y, sobre todo, que cambiar siempre trae cosas buenas. He aprendido a trabajar en equipo, a ser más autónoma y a saber sobrellevar los problemas con una sonrisa. Mi pañoleta me ha introducido en un mundo que me ha hecho crecer como persona, nutriéndome en conocimientos y valores. Actualmente, no puedo imaginar una vida sin mi pañoleta, sin el vínculo que he creado con mi nueva familia. Quiero seguir viviendo experiencias inolvidables, aprovechando cada momento y recorriendo mundo con ella al cuello. Aunque esta etapa pueda llegar a su fin, siempre quedarán en mi corazón grandes recuerdos que me lleven a este trayecto tan especial que he realizado y me queda por realizar.