Nuestro perfume

Este frasco de colonia simboliza muchas cosas en mi vida. Cualquiera puede considerarlo un frasco corriente, con un olor insignificante. Sin embargo, a mi me recuerda a mi infancia y a mi familia. Me lo regalaron por mi cumpleaños cuando estaba en el colegio, desde entonces siempre ha formado parte de la decoración de mi habitación, puedo cambiar otros elementos pero este en cambio no, me gusta tenerlo presente siempre. Verlo y sobre todo olerlo me recuerda a momentos felices, a mi familia y a la época de mi cumpleaños y navidad. Sin duda me transmite nostalgia por mi infancia, mis ganas de jugar y de divertirme sin importar nada más. La imagen del frasco es de un dibujo animado ´charmmy kitty’ que me recuerda y transmite elegancia y glamour, me gusta todo de ella y aunque en algún momento se acabe su contenido no me desharé del frasco ni de su significado para mí.

Viendo con buenos ojos

Plasmar el recuerdo vivo de algo que a lo mejor no vuelve a ocurrir, u obtener el recuerdo de un momento concreto que parece importante o destacable es algo que llega más allá de pulsar un botón o usar un simple instrumento. La fotografía es un arte que va más allá incluso de lo que ve uno con los ojos, porque según cómo interpretes las cosas pueden salir cosas completamente diferente. Y ahí está la magia. Recordar, crear, imaginar…

Mi peluche ‘Suavete’

Mi patrimonio personal es mi peluche llamado ‘Suavete’. Ha crecido conmigo desde el día que nací y desde entonces duermo todos los días con él. Para mí no solo es un simple peluche, es como si fuera una parte de mí que me acompaña desde la infancia y que me recuerda todos esos buenos momentos que he vivido con mi familia y que nunca quiero olvidar.

INFANCIA

Este peluche es la imagen de mi infancia. Me acompañaba cada noche en un sueño plácido y feliz. La infancia como un reino donde el mundo era un lugar mágico, amable, confortable. Cuando lo veo o lo toco aquellos sentimientos reviven. Por eso, lo quiero cerca de mí.

Mi Luna

Este tatuaje tiene un valor emocional para mi, mas allá de lo estético. Cuando era pequeño, tenía por costumbre dibujar lunas en un cuaderno, podía pasarme horas dibujando lunas distintas, de distintos colores, tamaños, formas… Esto lo solía hacer con mi abuelo, el cual me enseñó a dibujarlas. Mi abuelo y mi abuela siempre han significado gran parte de mi infancia. Mi abuelo fue el que me enseñó a ser la persona que soy hoy en día, y es una de las personas con las que más momentos he compartido durante mi infancia, ya que tuve que convivir con mis abuelos maternos durante una gran parte de mi infancia. En verano, me quedaba con mi abuelo y mi abuela en el pueblo, y cuando se empezaba a hacer de noche íbamos a la puerta de casa, y nos sentábamos a tomar el aire mientras jugaba con mi primo y veíamos el cielo con nuestros abuelos. Es uno de los recuerdos más bonitos que tengo. Mi abuelo y mi abuela, los cuales siguen estando a mi lado, forman y formarán siempre parte de mi vida. Y para recordar esos momentos felices que pase junto a ellos, me tatué esta luna, para que pase lo que pase estén a mi lado siempre.

Guisantes con leche

Los guisantes con leche. Una sopa de guisantes cocidos en leche con ajo, pimentón y huevo.La receta de la madre de la madre de mi madre y ahora mía. Un patrimonio heredado y compartido, lo que saboreó mi bisabuela es lo mismo que saboreo yo. El otro día cociné este plato a mi abuela. Es mi herencia, el patrimonio que me deja mi familia y que yo podré transmitir en el futuro.

Fluir

Esta foto pertenece a uno de mis patrimonios personales más preciados ya que me lleva a mi infancia dando pie a la añoranza y los recuerdos siempre que voy a Santander. El mar es paz y calma, un lugar seguro, armonía, arte, cambios, adaptación… Es muchas cosas que cobran un significado importante en mi vida, un lugar al que acudir siempre que puedo desde pequeña y que seguirá cobrando el mismo significado en mi vida a pesar del paso de los años. Por todos estos motivos me parecía una buena idea elegir este objeto debido al impacto positivo que genera en mí y que siempre en mayor o menor medida seguirá haciéndolo.

Mascotas

Mis mascotas llegaron a casa desde pequeños, recién nacidos. Les he visto crecer y convertirse en adultos a la vez que nosotros también vamos creciendo. Han estado ahí día a día haciéndome feliz y alegrandome los días con sus peleas amistosas y todas las tardes jugando con ellos en el patio en ls naturaleza. Los animales siempre han sido una parte de mi desde la infancia y me hacen muy feliz.

Música

En mi opinión, una de las cosas más importantes en la vida es la música, y además también es una de las mejores formas de expresión no directa, ya que cuando te encuentras triste te pones un estilo de música diferente a cuando estás enojado o eufórico por ejemplo. Además, para mi, la música personalmente es una gran ayuda para levantarme el ánimo en los malos momentos, y además ayuda a que un trabajo arduo de realizar se convierta un tanto más llevadero.

LA VIDA

Esta planta es mi patrimonio. Me acompaña desde que llegué a mi piso de estudiantes, mas o menos 2 años. Hace unos meses me olvidé de ella, no la regaba ni la cuidaba y empezó a estar más débil y creía que se moriría. Al ver que podría perderla, comencé a cuidarla, y en un mes era el doble de grande que en ese anterior momento. Ahora tiene mucha mas luz, color y energía. Con esto quiero hacer entender que de algún modo, una planta es como una persona, si cuidamos lo que tenemos, amistades amores o familiares, estos estarán alegres, felices y habrá una relaciona sana entre nosotros y la persona. De mismo modo, es necesario cuidarnos a nosotros mismos para no acabar como mi planta en su peor momento. Es necesario cuidar, prestar atención, acompañar y escuchar tanto a nuestro corazón y sentimientos, como los de los demás.

Ordenador

El objeto que he escogido como patrimonio personal es mi ordenador, ya que gracias a él he logrado superar momentos duros en el ámbito escolar durante la pandemia y tras esta en mi etapa universitaria.

Semana Santa

La semana santa para mi además de ser algo tradicional es una semana de alegría y diversión. Por supuesto también es algo pasional. Es una completa ilusión acompañar a la virgen de mi pueblo por las calles de este con la banda y sentir el apoyo que esto es para el pueblo.

Mi habitación

La foto que he elegido para mi patrimonio personal es mi habitación. En ella he tenido muchos recuerdos buenos y malos , las llamadas por teléfono con mis amigas hasta las tantas de la mañana, las charlas con mi madre,los días malos en los que estás de bajón y no quieres salir de ella, series terminadas en un día. Por otro lado, a través de mi ventana que da al jardín, por la mañanas me asomo y veo el ambiente y sobre todo me gusta porque a través de ella se ven las montañas. Cada vez que regresó a mi casa después de pasar bastante tiempo en otra ciudad estudiando lo que primero hago es ir a ver cómo está la habitación. No me gusta irme de ella, pero se que siempre voy a tener ahí.

Las historias de la abuela.

Esta foto es de uno de los muchos albumes que hay en casa de mis abuelos. Cuando voy a verles siempre acabo sentada en el sofá con mi abuela mirando los albumes mientras ella me cuenta todas y cada una de las historias detrás de las fotos. Las he oido miles de veces desde que tengo 6 años, pero nunca me canso. Esta foto en concreto es de mi pueblo, Cuéllar, en las fiestas de 1974; en ella aparecen mi abuela (de blanco con el pañuelo rojo), a su lado mi tía, la prima de mi padre y mi padre (con el uniforme de «la panda del soto»). Volvían de ver el encierro de la mañana e iban a almorzar a la peña un domingo de Toros. Ahora, casi 50 años después yo hago lo mismo que hacían ellos en la foto y me pongo el mismo pañuelo que llevaba mi padre. Esos albumes, esas fotos y esas historias son mi patrimonio personal, y espero seguir escuchandolas muchos años más.

Berlanga es inmortal

Mi patrimonio personal son estas vistas. Me recuerdan a los 11 primeros años de mi vida. Es mi pueblo, mi lugar seguro. Todas las mañanas, cuando abría la persiana el castillo era lo primero que veía. También era lo último que miraba antes de cerrar los ojos e irme a dormir. Ahora, cada vez que voy a mi pueblo miro al castillo que me ha visto crecer durante mi infancia y sonrío. Me transmite paz y confianza, pues sé que si me pasa algo, al ser un pueblo pequeño, cualquiera te puede ayudar.

Un comienzo

Mi patrimonio personal se trata de mi primer trofeo corriendo. A mí no me entusiasmaba mucho el atletismo ni el deporte en general, pero me apunte a una carrera en mi piscina y me metí en el podio. A partir de ahí empezó a gustarme mucho más y me apunté a atletismo un par de años después. Ahora es prácticamente una forma de vida para mi, entreno a diario, busco superarme cada día, soy entrenador de atletismo, etc. Por ello ese trofeo me trae muy buenos recuerdos y le tengo un gran cariño, porque me ha hecho llegar en mi vida a donde estoy.

KARATE

Aunque esto parece un simple cinto, no lo es, representa algo por lo que he luchado casi toda mi vida. Desde pequeñita comencé a practicar mi deporte favorito, el karate (deporte al que pertenece el cinto) con el cual he crecido y mejorado con los años. Poco a poco fui aprendiendo y avanzando, pasando por distintos cintos de colores, desde el blanco pasando por el naranja o el verde azul entre otros, también fui conociendo a personas las cuales algunas son muy importantes hoy en día para mí. Así como podemos ver este cinto representa para mi mucho más de lo que otras personas puedan imaginar: representa mi esfuerzo, la pasión que tengo a este deporte, el amor por lo que quiero conseguir y las amistades que he conseguido gracias a el .

Tulipan

Mi patrimonio personal, un tulipan, la flor favorita de mi madre y mi abuela, ademas de que este tatuaje siento que me protege como ellas lo hacen porque esa flor son ellas, es una manera de inmortalizar algo tan importante para mi y de gracias a el poder llevarlas siempre conmigo.

Recordando el pasado

En esta foto todos ven un simple peluche, pero para mí es mucho más que eso. Cuando yo tenía 10 años, no estaba pasando por un buen momento y mi madre decidió regalarme este peluche. Lo llevaba a todos los lados conmigo y hoy en día lo sigo teniendo mucho aprecio ya que me recuerda a mi infancia y a la mujer de mi vida.

Mi medalla de oro

Esta medalla es muy importante para mi, todos mis primos tienen una igual porque mi abuela a medida que fuimos naciendo nos la fue regalando, para que fuéramos conscientes de que la familia siempre está ahí para apoyarte. Toda mi familia la lleva puesta, pero hubo un momento en mi vida en la que me la quité porque pasó una situación familiar muy dolorosa que a día de hoy no he sido capaz de superar. Hace 3 años o así me la volví a poner y no me la he vuelto a quitar desde ese momento, porque teniéndola puesta me acuerdo siempre de mi familia y de que siempre estará ahí para ayudarme.

Pasión por las bicicletas

La imagen que he seleccionado es un cuadro que se encuentra en casa de mi abuelo en el que aparece un grupo de ciclistas participando en una carrera de los años cuarenta. Esta imagen es importante para mi en mi patrimonio personal puesto que significa la pasión que ha tenido siempre mi familia hacia el ciclismo. Esta pasión viene de mi bisabuelo, que se la transmitió a mi abuelo, quien hizo lo mismo con sus hijos y sus nietos. Mi abuelo fue quien me enseñó a montar en bicicleta cuando era pequeña y el que me llevaba junto a mi padre a ver carreras ciclistas que pasaban cerca de Valladolid. Actualmente, cuando se celebra alguna carrera ciclista, mi familia se reúne para verla juntos, lo cual llena a mi abuelo de felicidad y orgullo.

SÁHARA

Definiría el patrimonio personal como aquello propio de cada individuo, que es indispensable para él y que acaba explicando quién es actualmente. Este es mi patrimonio personal, los caballos, más concretamente Sáhara. Ella es una potra que me ha cambiado la vida. Gracias a ella he aprendido lo que es la constancia, el sacrificio y el trabajo duro. Me he llevado muchos disgustos al ver que, por mucho que trabajemos juntas, había días que no sale nada bien. Sin embargo, también me ha proporcionado la satisfacción de ver, que no bajar los brazos en todos esos días difíciles, acababa dando sus frutos. Me ha enseñado lo que es la felicidad, lo que es tener un objetivo relevante y sacrificarme por él, pero también lo que es contar con alguien que te escucha sin juzgarte, que esta ahí en tus peores momentos incondicionalmente y te regala su cariño de forma desinteresada. Este magnífico animal es responsable, en gran medida, de lo que soy a día de hoy, juntas hemos podido superar innumerables retos, ante lo cual solo me sale decir gracias. Gracias por todo lo que me has hecho crecer y por hacerme sentir orgullosa de quien soy

«Oleaje»

Este colgante representa la calma, la amistad, mis momento de reflexión..la reprentación de una ola, me recuerda a mi familia, los momentos divertidos vividos con ellos en mi infancia en el mar, incluso en el presente, a las esperadas vacaciones y momento de descanso de verano que siempre se desea incluso cuando acaba de terminar… El colgante es un bien preciado para mí, porque a parte de recordarme a los momentos felices con mi familia, es un símbolo que me transmite superación a todos los obstáculos que puedo encontrarme y que al igual que en el océano, hay momentos de oleaje y momentos de calma…

Mi pañoleta scout

Algo tan simple como un trozo de tela enrollada representa gran parte de mi vida. Gracias a mi madre y hace 12 años, entré siendo una niña pequeña a un grupo scout, sin tener ningún tipo de conocimiento de lo que eran o lo que hacían y teniendo unas ideas preconcebidas acerca de ellos como la que tiene mucha gente hoy en día, y para que quede claro, no, no vendemos galletitas. Gracias a este mundillo llamado Scouts y con el paso de los años junto a este increíble movimiento, he aprendido la importancia de compartir, de hacer lo mejor, de estar siempre lista, de crear unidad, de servir y de estar siempre listo para servir, además de una incontable lista de valores que es demasiado larga como para ser escrita. Con ella he viajado y vivido un gran número de experiencias inolvidables que han logrado moldear la persona que soy hoy en día y de la cual estoy muy orgullosa.

Amuleto

El patrimonio personal que he elegido en esta ocasión se trata de un peluche o cojín, el cual tiene una gran importancia para mí desde hace mucho tiempo. Este fue un regalo de cumpleaños de una amiga cuando éramos pequeñas que me hizo mucha ilusión y desde entonces he dormido con él la mayor parte de las noches y cuando no lo hago es muy raro para mí. También es como un amuleto, el cual cuando estoy lejos de mi familia, me acompaña y me hace recordar mi hogar. Este peluche me ha acompañado en muchos momentos importantes de mi vida, tanto buenos como malos.

Sigue conmigo

El objeto de mi patrimonio que quiero mostrar, es el que llevo en mi muñeca, un reloj que antes de pertenecerme perteneció al que ha sido una de las personas que más he querido, a mi abuelo. Llevarlo conmigo en todo momento es una forma de recordarle, de tenerle todavía presente a pesar de todos los años que han transcurrido desde su ida, dándome la fuerza, el cariño y las enseñanzas que me dio durante toda su vida.

Desconexión

En esta imagen aparecen unos cascos, algo imprescindible para mi, y que uso diariamente. Tienen un significado muy importante porque con ellos puedo experimentar diferentes sentimientos y momentos acompañada de la música, que para mi, encaja con lo que necesito. Desconectando de la realidad y llegando a dejar de pensar para concentrarme en lo que estoy escuchando a través de estos pequeños aparatos.

La música

Siempre ha sido la música. Desde que cantaba con tres años cuando mi madre me peinaba, desde que me ponía durante horas a escuchar música con mis cascos, desde que mareaba a mis profesoras de infantil con canciones de Julieta Venegas y Malú, desde que a los cinco años empecé a ir a mis primeras clases de música, desde que a los siete dije a mis padres que quería tocar la guitarra, desde que empecé a aprender cada vez más y cada vez más me fui enamorando de la música. Hasta haber encontrado en ella una vía de escape, una vía de aprendizaje, un lugar seguro en el que sentirme completamente a gusto. Siempre he sentido que la música era una parte imprescindible de mi vida. ¿El por qué? Pues no lo se. Simplemente se que me ha enseñado muchísimas cosas, y más que me va a seguir enseñando, que me ha hecho ver las cosas de otra manera, que me hace crecer en muchos aspectos. De esta manera no solo lo veo como una forma de entretenimiento, concibo la música como un camino profesional. Un camino que puede seguir direcciones muy diferentes, pero cuyo destino quiero que sea el mismo. Quiero poder transmitir toda esta pasión que hay en mí a otras personas, quiero poder ayudar con la música. Todas las horas y el esfuerzo dedicado al mundo de la música me ha enriquecido como persona y, aunque muchas veces me ha supuesto grandes sobreesfuerzos y sufrimientos, nunca se me ha pasado por la cabeza dejar mis estudios musicales ni privarme de la cabida que tiene la música en mi mundo. Por todas estas razones y por el lugar que ocupa en mi vida, la música es mi patrimonio personal.

Fundidos en oro y recuerdos.

La cadena de mi abuela, la medalla formada por una pequeña virgen fundida en oro, misma que escogió mi madre «Para que te proteja» mencionó en mi cumpleaños, tras yo haber soplado esa famosa tarta adornada con un 2 y un 0. «Siempre» aquella palabra adorna la espalda de mi medalla, colgada al cuello desde ese mismo día, esa medalla que rozo cada vez que me pongo nerviosa, cada vez necesito volver a sentir una sensación de hogar, ese añorado sentomiento de calidez. Como puede ser que un simple collar se haya convertido en mi amuleto, en una necesidad que me recuerda el apoyo que tengo allá a donde voy, el cariño que a veces me desespero en encontrar en mis peores momentos. Como puede ser que cada vez que leo esa palabra sienta que por un momento, todo puede estar bien, que por un momento, soy solo un instante en una marea de caos y pensamientos rebeldes, a bordo de un collar fundido en oro, y sumergiéndose poco a poco en un mar de recuerdos.

PEÑAFIEL

Mi patrimonio personal es mi pueblo Peñafiel. Cuando me preguntan que porque me gusta vivir allí, les digo que es un lugar donde te sientes en calma y a gusto, donde eres capaz de desconectar completamente y donde soy hogar. Lo que más me gusta de mi pueblo; son las fiestas de verano, los atardeceres desde el castillo, bañarme en el río…todo esto acompañada de mis amigas. Por eso,en la foto adjunto la imagen de la pulsera del castillo de ñeñafiel porque lo compré con mis amigas para tener, de manera conjunta, un recuerdo que nos une a todas.