Mi perrito Coco
¿Qué es un patrimonio personal? Podríamos decir que aquello (objeto o recuerdo) que tiene un gran valor, no económico, sino simbólico para un individuo. A simple vista, muchos veréis lo mismo, un viejo perro de peluche (cuya raza ni sé mencionar), que apenas puede sostenerse en pie sin ayuda de un objeto que lo sujete. Sin embargo, para mí, Coco ha sido, es y será un compañero de vida. Aunque no sea un ser vivo, lo considero como mi amigo más fiel, que me ha apoyado en mis buenos y malos momentos. Y es que a veces, no necesitas palabras ni consuelos, sino alguien o algo que escuche, en silencio, sin criticar o comentar. Aún recuerdo el día en que lo compré, en aquella tienda de Carrefour, ya inexistente. Mi madre me dijo «¿Estás segura de que quieres ese? Mira, aquí hay otros que son más bonitos…¡Y que bailan también!» Pero yo lo tenía claro, quería el perrito color café que me miraba, pensativo desde un estante. Desde ese día, he pasado 16 largos años junto a él y sé, que a pesar de todas las vivencias que pueda vivir, para mí siempre habrá un lugar para mi perrito Coco.