
Compañero de noche
No es un simple oso panda; no es un simple peluche; es el regalo más personal y significativo que tuvieron mis padres conmigo. Tras haber ido al zoo de Madrid, haber cumplido el sueño de ver mi animal favorito y vivir una experiencia inolvidable con él, recibí a los 9 años este compañero inseparable de viajes y sueños bonitos. Desde entonces, siempre espera paciente para dormir con él.