
carpe diem
Mi patrimonio son las experiencias, las experiencias y las personas con quienes las comparto. Esa sensación de adrenalina y serotonina corriendo por mis venas, esa sensación de estar en el mejor día de mi vida, esa sensación de vivir, de vivir el momento antes de que todo acabe o todos se vayan, porque un día él se marchó sin avisar dejando tras de sí un recuerdo imborrable y un legado: enseñarme a disfrutar y vivir cada uno de los momentos como el último y el primero, a no decir que no a ningún plan, ni a cerrar las puertas a la aventura, a las locuras ni a las personas. Ahora, él es el responsable de que mi muñeca esté llena de viajes, de momentos, de personas, de recuerdos…experiencias al fin y al cabo. Porque ahora que él no está, yo vivo por él.