Mi pueblo

Sin pensarlo dos veces, me vino a la cabeza este lugar al reflexionar acerca de mi patrimonio más intimo y personal. Mi pueblo, en el cual se ha criado mi familia durante generaciones, ese lugar al que recurres para evadirte de los problemas y desconectar de la gran ciudad. Mi abuela, pasa allí todos los veranos y disfrutar de su compañía es para mi un tesoro. Su gente, sus bodegas, su gastronomía, sus bares y sus verbenas de agosto lo hacen único en toda la comarca zamorana, y para mi sin duda, uno de los mejores de la zona. Lo que más me gusta hacer es lo que se observa en la fotografía, ver el atardecer en uno de los puntos más altos del pueblo, escuchando cómo las cigüeñas de la iglesia dan por finalizada otra tranquila tarde de verano. Además para que mentirnos, la vida de pueblo es la mejor, sobre todo cuando se es joven y se pasa más tiempo fuera que dentro de casa.