¡No muere quien se va, solo muere quien se olvida…!

En la imagen se puede apreciar dos tatuajes muy importantes para mi. El primero, mi perro, mi fiel amigo; toda una vida a su lado, creciendo juntos y superando todos los problemas que se nos ponían por delante, y mi gran apoyo cuando más hundido estaba. El segundo, en recuerdo de mi mejor amigo; siempre con nuestras broncas y diferencias pero inseparables; en el tatuaje se ven dos manos, la suya y la mía agarrando un balón ya que además de entendernos mutuamente. También compartíamos una pasión, una locura, ser porteros. Estos tatuajes son importantes para mi ya que fueron mi manera de aceptar que la vida decidió separar nuestros caminos pero con ellos se que jamás nos podrán separar y que siguen a mi lado.