Otto
Otto era el perro de mi tía, ha sido el perro al que he cogido más cariño y de momento el único. Siempre estaba deseando ir a casa de mi tía para verle, o que me le dejase cuando se iba de vacaciones. Estaba muy unida a él, siempre jugaba con él, le paseaba, cada vez que le veía se me iluminaba la cara porque me encantaba estar con él. Hasta que un día me dieron una de las peores noticias que me han dado durante mi vida, Otto estaba enfermo, tenía un cáncer. Cuando me lo dijeron se me vino e mundo encima, no me lo podía creer. Aunque eso no fue lo peor, no pude despedirme de él. Por ello, desde el día que murió tuve muy claro que me iba a hacer un tatuaje por él, y de hecho es el primer y único tatuaje que tengo. Siempre me acuerdo de él pero con el tatuaje me sigo sintiendo unida a él.