La danza: mi patrimonio
La danza. ¿Por qué la danza? La danza es un modo de expresión, una forma de liberarse y evadirse, un modo de vida. Es un sentimiento que no se puede explicar ni describir. Gracias a ella he aprendido la disciplina, el sacrificio, la amistad, el esfuerzo, la ambición, el apoyo, la constancia, la superación día tras día… Gracias a ella he conocido personas maravillosas. Gracias a ella, he visto la vida desde otra perspectiva. Gracias a ella, he abierto mis puertas al mundo del arte. Y gracias a ella he crecido como persona. Pero también me ha hecho sufrir. Lesiones, caídas, dolores, frustración, enfado, miedo al fracaso, soledad, insomnio…, la parte negativa de la danza. Ha formado parte de mí durante más de 10 años; me ha acompañado desde los 5, y nunca me he separado de ella. Por todo esto y más, este tutú de plato forma parte de mi patrimonio personal, la danza. Me recuerda todos mis años en el conservatorio de danza, y al título que conseguí finalmente, a mis compañeras de clase y de mi día a día, a mis profesores que tanto me han enseñado, a las experiencias vividas, a los retos superados… Ha sido, es, y será siempre, una parte fundamental de mí.