Mi pañoleta scout

Algo tan simple como un trozo de tela enrollada representa gran parte de mi vida. Gracias a mi madre y hace 12 años, entré siendo una niña pequeña a un grupo scout, sin tener ningún tipo de conocimiento de lo que eran o lo que hacían y teniendo unas ideas preconcebidas acerca de ellos como la que tiene mucha gente hoy en día, y para que quede claro, no, no vendemos galletitas. Gracias a este mundillo llamado Scouts y con el paso de los años junto a este increíble movimiento, he aprendido la importancia de compartir, de hacer lo mejor, de estar siempre lista, de crear unidad, de servir y de estar siempre listo para servir, además de una incontable lista de valores que es demasiado larga como para ser escrita. Con ella he viajado y vivido un gran número de experiencias inolvidables que han logrado moldear la persona que soy hoy en día y de la cual estoy muy orgullosa.