Raices

Los girasoles, desde que tengo memoria, han sido mis flores favoritas, quizás por su forma, por su aspecto o por la manera en la que siguen al sol cada día, o puede que sea por todo lo que significa verlos: el pueblo, los viajes en coche en familia con la música a tope, el aire fresco, las ventanillas bajadas, el color amarillo chillón tan alegre… Tengo un girasol tatuado en la parte alta de la espalda, donde empieza la columna vertebral, porque para mi lo que representa esta flor es lo que me sujeta, me mantiene de pie: mi familia, el amor, la alegría y el tener siempre presente mis raíces.