El dibujo que me recuerda a ti

En la imagen podemos ver un dibujo realizado por mí cuando tenía 10 u 11 años. En el dibujé una muñeca que tenía cuando era pequeña y era mi favorita. Pero, este trozo de papel de tamaño más pequeño que una mano no lo he elegido para considerarlo como patrimonio personal por sí solo. Sino porque, cuando lo dibujé decidí regalárselo a mi abuelo. Posiblemente porque lo realicé alguna de las tardes que pasamos juntos en casa jugando mientras mis padres trabajaban y mis hermanos acudían a actividades extraescolares. Mi abuelo, era la persona con la que más jugaba y la que más consentía mis propuestas o mandatos. Aunque parezca que no, en mi caso, el ser la pequeña de tres hermanos conlleva buscarse entretenimientos sola y sin molestar porque todo el mundo está ocupado con sus “tarea de mayores”. Yo debí de dar este dibujo a mi abuelo, pero se me olvidó durante años de su existencia y no fue hasta hace dos años que mi abuelo enfermó y desgraciadamente se volvió totalmente dependiente. Entonces, mi abuela descubrió en su cartera alado de las fotos de sus nietos este dibujo perfectamente guardado y conservado. Cuando mi abuela lo sacó de la cartera y preguntó a mi abuelo por su procedencia, rápidamente lo identificó y mencionó la tarde que pasamos juntos mientras lo dibujaba y que cuando lo terminé rápidamente le regalé mi dibujo para que lo conservara. Hecho bastante reconfortante porque por ese momento y debido a su avanzada enfermedad, no era muy consciente ni de su propia persona ni de las que se encontraban a su alrededor. Ahora que mi abuelo ya no está conservo este trozo de papel como el mayor recuerdo y cariño hacia él y lo mucho que nos queríamos.