Lo que queda de ellos en mi

Estas son las correas de los perros que me acompañaron desde que nací. Las guardo desde que murieron los dos, primero Lucho y al año siguiente Leo. Para mi estas correas representan mis primeras manifestaciones de sentimientos y mi evolución como persona respecto a madurez. Toda mi vida giraba en torno a ellos y la mayoría de recuerdos que tengo de mi infancia (de alegría, tristeza, enfado, ilusión…) han sido alrededor de ellos. A través de cuidarlos y quererlos a lo largo de mi vida he aprendido a ser una persona que cuida de los demás. Por desgracia, no fui consciente de lo que tenía hasta que lo perdí. Pero el aprendizaje nunca se irá de mi ni su recuerdo tampoco, siempre han estado ahí para hacerme una mejor persona y siempre van a estar.