Mi patrimonio personal
Para esta actividad he decidido mostrar en esta fotografía un objeto muy especial para mi que lleva estando en mi habitación por lo menos unos 15 años, pero desde hace 10 se ha convertido más especial aún. Esta silla pequeñita de madera llego a mi vida de la mano de mi abuelo materno o como yo le llamaba, yayo. Un día cualquiera de fin de semana el decidió comprármela en un mercado, seguro que diréis que no es una historia muy bonita pero ese día él se acordó de mí.
Hace 10 años mi yayo falleció dejando un gran vacío en una familia grande, ruidosa, pero sobre todo muy unida y esa silla es uno de los pocos objetos que me queda en relación con él. Si digo la verdad, tampoco se porque es tan importante para mí, pero supongo que es un objeto que me ha visto crecer ya que ha estado en mi habitación todos los días desde que tengo uso de razón y esos sin duda han sido muchos años.
Han ocurrido tantos momentos importantes de mi vida tanto buenos como malos con tantos recuerdos en ellos que esa silla parece que de algún modo desde hace 10 años le ha hecho participe de ellos. En la fotografía también he querido reflejar una luz de una puesta de sol porque cada vez que he necesitado fuerza, pensar o paz he recurrido a un paseo para ver cualquier puesta de sol, supongo que porque su belleza y por la conexión que me hace sentir con él. Ya que es algo que llevo 10 años diciendo cuando veo una puesta del sol tan bonita con tanta luz es que “Es mi ángel mandándome fuerza”.