Terremoto

Solamente hace dos meses que vive en casa. Mi madre siempre ha querido tener un perro, pero a mi padre no le hacía tanta gracia. Tuvimos que pasar por algo que dejó nuestras vidas muy vacías, sobre todo la de mi madre y la de mi abuela, a la que también le hacía mucha ilusión la idea. Mi padre decidió acceder a tener a esta criatura con nosotros por alegrarles la vida. Por ello, además de todo lo que quiero a mi perro, para mí también significó mucho el gesto que tuvo mi padre.